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Por mucho que cada vez se utilice menos el dinero en efectivo, con la generalización de las tarjetas de débito y crédito y con la posibilidad de pagar con el teléfono móvil e incluso con el reloj, hay personas que siguen tirando de billetes y monedas o lugares en los que no existe otra opción.
Y cuando se pagan cantidades que no son redondas existe el riesgo de que el cambio incluya monedas de 1 o de 2 céntimos y que estas se queden durante bastante tiempo en la cartera porque no es fácil deshacerse de ellas, ya que, por ejemplo, muchas máquinas expendedoras no las admiten. De hecho la Comisión Europea se plantea eliminarlas (lo apoya más del 60% de los ciudadanos comunitarios) y algunos países (Finlandia, Bélgica, Países Bajos, Irlanda e Italia) ya han comenzado a suprimir su uso.
30 céntimos en monedas pequeñas
Por eso se puede entender que a una persona no le guste que le devuelvan el cambio en esas monedas de valor tan pequeño, sobre todo cuando la cantidad es redonda y se podría saldar con piezas de más valor. Es lo que le ha pasado a una clienta de un restaurante madrileño, que acudió con su pareja a cenar y le devolvieron el cambio, 30 céntimos, en monedas de 1 céntimo, según ha reflejado en una reseña que ha publicado y que ha generado mucha polémica al hacerse eco de ella la popular cuenta de X Soy Camarero.
“Nos atendió una chica latina de pelo rizado, pagamos en efectivo y nos devolvió en monedas de 1 céntimo porque decía que no tenía cambio”, escribe. Un primer párrafo que ya ha desatado las críticas de muchos internautas. En primer lugar por no considerar necesario resaltar que es una “chica latina” y en segundo, porque si no tenía otras monedas disponibles y no contaba con otra opción (y lo avisó), hizo lo que tenía que hacer: devolver los 30 céntimos de cambio. Además, fijándose en la foto que la clienta adjunta, se ve que también hay algunas monedas de 2 céntimos, con lo que no son todas de 1 céntimo.
"Sin ganas de trabajar"
Pero hay otras frases en la reseña que también han dado mucho que hablar. “Tiene que saber actuar y dar la talla en su trabajo (…). En la vida se me ocurriría hacer eso, se buscan soluciones, porque básicamente es una persona sin ganas de trabajar que le da igual la atención que dé, y ese puesto/trabajo se lo merece una persona que de verdad quiera trabajar”, dice la clienta. Muchos internautas dejan claro que requiere bastante más trabajo contar 30 monedas (o casi) de 1 céntimo que devolver una de 20 céntimos y otra de 10.
Entre los usuarios de X, algunos dicen que podía haber dejado esos 30 céntimos de propina tras haber cenado en el restaurante, se quejan de que un cliente pueda pagar con muchas monedas de céntimo pero que se indigne si el que lo hace es el local con el cambio y critican que por esa razón se le ponga la nota mínima al establecimiento (una estrella sobre cinco) sin valorar la calidad de la comida.