El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha advertido este viernes tras el acuerdo entre PSOE y Junts: "Si hay que ejercer recurso, lo haré. Si hay que plantear batalla, lo haremos, pero no vamos a pasar por que se haga una relectura de la Constitución".
García-Page, que este viernes ha intervenido en un acto en Manzanares (Ciudad Real), ha expresado su rechazo al concepto de amnistía porque "es borrar un delito sin que se haya rendido cuentas", aunque ha advertido de que "peor que borrar el delito es intentar reescribir lo que ha pasado".
De este modo, ha denunciado que el acuerdo recoge "un relato falso" sobre lo ocurrido y ha advertido de que "cuando el relato es falso, no puede haber una solución", porque "basar en la mentira, basar en la relectura de la historia una solución de convivencia es engañarse".
"Ayer vi mucha necesidad. Por un lado, de gobernar y por otro, de librarse de la cárcel", ha reprochado el presidente castellanomanchego, quien ha añadido que en el acuerdo político firmado se recoge un "relato falso", en el que no se tiene en cuenta que el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont "es el culpable, no la víctima".
García-Page, que se ha declarado "totalmente autónomo" de su partido y ha asegurado que pone por delante los intereses de la comunidad autónoma que preside a los de su formación política, ha subrayado que es "imposible, ni con pacto ni sin pacto, lo quiera o no el gobierno de turno", que salga adelante "un proyecto que privilegie fiscal o financieramente" a una parte del país.
También ha calificado de "absolutamente imposible, salvo que queramos engañarnos a nosotros mismos" que se celebre un referéndum de autodeterminación, "y menos aún solo en una parte del país" y se ha mostrado contrario a que los jueces "puedan ser objeto de investigación ni de persecución" por haber aplicado las leyes que "han aprobado todos los partidos políticos".
García-Page afirma que hay resortes legales, constitucionales y democráticos.
"Sobran resortes legales"
En cualquier caso, se ha mostrado optimista de cara al futuro porque "más allá del ruido, hay resortes más que de sobra desde todos los puntos de vista" para que se cumpla y se respete la Constitución.
"Sobran resorte en España legales, constitucionales y democráticos para que las cosas se terminen encauzando", ha subrayado García-Page, que ha lamentado que "lo que no puede pasar es que por el ansia de que se abra la Legislatura o por el ansia de gobernar" se pueda entregar la capacidad de decidir a "quien previamente tiene la decisión tomada de acabar con la Constitución y con la unidad del país".
García-Page ha reivindicado su derecho a expresar su opinión, pues "en el coro político de España no solo va a hablar Puigdemont" y ha ironizado al señalar que, además, él habla desde España, que "podría entenderse que tiene un poquito más de valor".
"Seguiré diciendo lo que pienso", ha advertido el presidente castellanomanchego que, con todo, se ha mostrado partidario de la ponderación y el sentido común, "intentando abrir puentes de diálogo y de consenso" y ha alertado de que "el único camino" que no se puede tolerar es la violencia.
Así, ha señalado que su posición es "dura, pero firme y en todo caso siempre muy respetuosa".
El PP le pide "un paso al frente"
Estas palabras de Page no han pasado desapercibidas en el PP. Su secretaria general, Cuca Gamarra, le ha retado a él y a más cargos del PSOE a dar un "paso al frente" porque, según ha dicho, tras los pactos de Pedro Sánchez con los independentistas se entra en "una senda muy peligrosa".
"Es el momento de dar un paso al frente, pasado mañana será tarde", ha subrayado Gamarra, que ha añadido que el propio Page ha dicho que "si tiene que dar la batalla, la dará". "Pues éste es el momento de que lo demuestre y, por tanto, de que lo haga", ha apostillado, para avisar que, "de no hacerlo, será tan responsable como el propio Sánchez".
En una rueda de prensa en la sede del PP tras la reunión del comité de dirección que ha presidido Alberto Núñez Feijóo para analizar los pactos ante la investidura, Gamarra ha afirmado que con este acuerdo Sánchez "no humilla a los españoles, que mantienen su dignidad", sino que "se humilla él mismo, a su Gobierno y a su partido, que está permitiendo que eso ocurra".
Por eso, ha solicitado a cargos como Page que se dejen de palabras "huecas" y pasen a los hechos, dado que mañana puede ser "tarde". Según ha insistido, debe dar un paso al frente contra Sánchez porque "la sociedad española se lo reconocerá y se lo agradecerá".
Tras recalcar "esto va de más democracia o de menos democracia", ha confirmado que el Partido Popular utilizará todas las vías a su alcance: la judicial, la política y la cívica, para articular "una respuesta seria y contundente" al acuerdo PSOE-Junts.
"Estamos ante la cesión absoluta al chantaje a cambio de una investidura de un candidato sin escrúpulos a un prófugo de la Justicia que tiene los siete votos que Sánchez necesita para seguir en el poder", ha denunciado, para añadir que Carles Puigdemont y Oriol Junqueras no han renunciado a nada, sino que han salido "reforzados" en sus posiciones y han logrado que Sánchez asuma "las mentiras y falacias del independentismo".
Gamarra ha recalcado que el acuerdo PSOE-Junts no tiene ninguna medida que beneficie a los españoles porque "no es un pacto de gobierno" sino "un pacto de ruptura de la igualdad, del interés general y de la separación de poderes".
"Fraude electoral"
Por eso, ha asegurado que tendrá un alto coste para lo españoles en materia social, económica y de calidad democrática porque dejará un país "más empobrecido, más dividido y con un Estado de derecho erosionado".
Así, ha señalado que la amnistía supone la anulación de la separación de poderes y la independencia judicial, así como que haya una "casta política que es impune" y que, además, va a controlar al Poder Judicial.
Ante el debate de investidura que previsiblemente se celebrará la próxima semana, Gamarra ha avisado que ese Gobierno será "fallido" porque no podrá gobernar, ya que, se quiere articular mediante el "chantaje", y "el fraude electoral" de hacer lo que prometió que no haría.