Pájaros, trampas de feromonas y anillos de plástico son algunos de los sistemas que va a utilizar esta primavera el Ayuntamiento de Pamplona para controlar las plagas de insectos que tienen incidencia en árboles, arbustos y, a veces, en mascotas domésticas.
Así, el Ayuntamiento reactiva las medidas de control de tres lepidópteros: el minador del Castaño de Indias (Cameraria ohridella), la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) y la mariposa del boj (Cydalima perspectalis), aunque esta última ha ido remitiendo de manera natural y con la ayuda de los tratamientos aplicados por el Servicio de Zonas verdes.
Este Servicio evita desde 2008 el uso de sustancias toxicas, promoviendo procesos naturales como, por ejemplo, la ayuda de pájaros u otros de carácter etológico, como las llamadas 'trampas de feromonas', unas cajas-trampa transparentes con base amarilla que estos días pueden verse suspendidas de las ramas de algunos árboles de la ciudad, informa el Ayuntamiento de Pamplona.
Pero quizá los mejores ayudantes son los pájaros. Herrerillos, carboneros y colirrojos se alimentan tanto de las larvas como de las mariposas.
El Ayuntamiento de Pamplona, como parte de las actividades para centros escolares y asociaciones, coloca cajas nido mediante talleres ambientales. En estos momentos hay 415 cajas nido para diferentes especies de aves, 302 de ellas para páridos, especies insectívoras que se alimentan también de plagas.
MÁS DE 60.000 ÁRBOLES CENSADOS
Pamplona es una ciudad con una gran superficie arbolada, con más de 60.000 árboles censados de 450 especies diferentes. Además, sus 500 hectáreas de zonas verdes cuentan con macizos arbustivos, de planta vivaz y de temporada (parterres), pasos permeables y setos.
Sólo en los parques históricos de Pamplona hay alrededor de 4.000 metros lineales de boj, entre Taconera, Medialuna y Vuelta del Castillo.
La ciudad cuenta con 1.400 castaños de Indias cuyas mayores concentraciones están en Ciudadela-Taconera (280), Primer y Segundo Ensanche (200) y Trinitarios (150).
En cuanto a las coníferas, en el término municipal de Pamplona y en los de las localidades limítrofes hay gran cantidad de pinares. De hecho, los de Ezkaba y Mendebaldea suman casi 76.000 metros cuadrados, de los que un 31 % son de propiedad municipal.
También abundan en la trama urbana pinos calificados como "árboles viejos y singulares" (43) que se distribuyen por el parque de Enamorados, el Psicogeriátrico, Miluze, Hospitales o el Archivo Real y General de Navarra.
Hay asimismo cedros de gran porte con esta calificación como los 39 censados en el parque el Mundo, Taconera, Antoniutti Medialuna o el campus universitario.