Imprevisible como en muy pocas ocasiones, capaz en los últimos días de caer ante Andorra y Joventut en el Buesa Arena y ganar nada menos que en el Palau Blaugrana, a este regresa Baskonia tras haber jugado el pasado 20 de octubre. Fue en la Liga ACB (89-93), y esta noche (20.30 horas) toca sesión de Euroliga.
El desafío es mayúsculo, pero, a la vista está, no imposible, si bien el FC Barcelona no sabe lo que es perder, y con dos derrotas, las encajadas ante Olympiacos y Zalgiris, comanda la tabla en compañía del cuadro lituano, Bayern de Múnich, Panathinaikos y Fenerbahçe. Al acecho, con 4-3, un pelotón de equipos en el que se encuentra el gasteiztarra, que va a por todas consciente de que ha de agotar sus posibilidades de triunfo. Haberlas, haylas.
Abrines, Brizuela, Núñez, Parker, Punter, Satoransky y Vesely son parte de un excelso róster al que se le puede hincar el diente. Joan Peñarroya, presente sin demasiado éxito en el banquillo de Zurbano hace un par de campañas, tratará de evitar un segundo éxito consecutivo de los baskonistas, que quieren hacer de la cancha catalana un templo similar al del WiZink Center, aunque a la hora de afrontar el play-off de bien poco sirviera. El coach catalán contará con todos sus jugadores, a excepción de Nico Laprovittola, el exBaskonia lesionado de gravedad en el choque liguero, y Joel Parra.
"Espero un Barcelona muy preparado física y mentalmente. El hecho de que te haya ganado siempre te hace estar en situación de alerta", manifiesta Pablo Laso, quien ya cuenta con su plantel al completo recuperados Sander Raieste y el capitán, Tadas Sedekerskis. "No sé si la palabra es enrabietado, pero le espero muy enérgico, muy agresivo y con el estilo que están jugando toda la temporada".
El historial dice que los duelos entre ambas escuadras son sumamente igualados en Europa, con trece triunfos vitorianos por catorce derrotas.