El Bilbao Athletic ha entrado en una inercia más amable, lo que se recibe como una buena noticia en la dirección deportiva rojiblanca, pese a que la situación del filial continúa siendo crítica dentro del grupo II de Primera RFEF. Se trata de una temporada complicada para los cachorros, como también la anterior, donde sellaron la permanencia en la categoría a última hora, entonces de la mano de Patxi Salinas, sustituto en el cargo de Imanol de la Sota, quien está triunfando este curso en el Barakaldo. Como se conoce, Bingen Arostegi, la apuesta inicial, duró en el banquillo doce partidos y su recambio, Álex Pallarés, acumula ya una decena de encuentros, en los que su cosecha se eleva a unos escasos seis puntos de los treinta posibles, una cifra pobrísima, pero que tiene dos lecturas. Pallarés no conoció la victoria en sus ocho primeros encuentros como técnico rojiblanco, en los que se tuvo que conformar con dos empates. Tras sufrir cinco derrotas consecutivas, disfrutó de su primer éxito hace dos jornadas con la goleada en Lezama sobre la Unión Deportiva Logroñés y el domingo su equipo arrancó en el Nou Estadi Costa Daurada un meritorio punto frente al Nástic, con lo que filial encadena dos partidos sin perder.
Estos dos compromisos más recientes no hacen más que acentuar los brotes verdes que se detectan en la cúpula de Lezama, si bien el Bilbao Athletic se mantiene en la penúltima posición y su renta sobre el Calahorra, el colista, se ha reducido a un solo punto tras la victoria del equipo de Carlos Pouso en Los Pajaritos. Es decir, la salvación sigue a nueve puntos vista, lo que también es un mundo cuando el recorrido de la liga se va recortando. Lo cierto es que el Bilbao Athletic gozó de ocasiones de gol ante el Nàstic que no supo aprovechar, al mismo tiempo que mantuvo su puerta a cero por segunda jornada consecutiva, una matiz a tener en cuenta cuando es el equipo más goleado del grupo, con treinta tantos encajados.
La dirección deportiva se ha decantado por reforzar la plantilla durante le último mercado de invierno y han sido cuatro las incorporaciones, si bien de ellas solo Urko Izeta, procedente del Amorebieta, cuenta con un protagonismo importante de momento. Mientras, Quicala Bari, Asier Pérez e Iñigo López viajaron a Tarragona, pero no comparecieron minuto alguno.