Lobos, osos, txatxos, la reina americana Braulia de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona, el Zorro, los tres mosqueteros, guepardos, magos, Stitch, pelucas de todos los colores, mexicanos, Mike Wazowski de Monstruos S.A, Miel Otxin, escoceses, Peaky Blinders, piratas, los seres azules de Avatar o momotxorros que persiguen y asustan a las personas que ayer al mediodía paseaban tranquilamente por el Casco Viejo. Pamplona celebró el sábado el Carnaval con una nutrida agenda festiva por las calles del centro de la ciudad. Iruña. Fiesta a lo grande.
La jornada carnavalera comenzó bien pronto. En concreto, a las nueve y media de la mañana. A esa hora, los gaiteros y txistularis empezaron a tocar dianas por las calles del Casco Viejo y levantaron a más de un vecino dormilón a los que la noche del viernes se les hizo demasiado larga.
Una hora y media más tarde, a las once de la mañana, personas voluntarias de AEK y del Arrano aparecieron en la fuente de Navarrería con un caldero gigante. ¿Y qué brebaje mágico burbejeaba en su interior? 22 litros de chocolate caliente con bizcochillos para los txikis del barrio, que necesitaban coger fuerzas antes de empezar la Puska Biltza por los comercios locales del Casco Viejo.
Los voluntarios de AEK y el Arrano repartieron chocolate caliente.
Los txikis y los aitas aún estaban saboreando el chocolate caliente cuando un carro, tirado por un Basajaun ciclista, irrumpió en la plaza de Navarrería con música que salía de unos altavoces. Junto al Basajaun, una decena de voluntarios de la Comisión de Fiestas del Casco Viejo, que organizaron los cuatro grupos de txikis que fueron de Puska Biltza por los comercios del barrio. Puska Biltza es una antigua tradición de Euskal Herria que consiste en un recorrido, caserío por caserío, en el que los jóvenes recogen bebidas y alimentos que luego disfrutan en común. A cambio, los gaztes bailan y cantan.
Puska biltza por el barrio
Los txikis empezaron por los bares y negocios de Navarrería: La Sensación de Curia, Los Burgos de Iruña, La Mejillonera, Pulga, Zuriza e Inopia. ¿Y cuál fue el primer botín? Packs con decenas de latas de Coca Cola, Fanta de naranja y de limón y Aquarius. También levantaron con orgullo las seis txistorras que habían conseguido de la Carnicería Goñi, ubicada en la calle Calderería, especializada en carnes de potro.
Los niños y niñas también pasaron por Beatriz, Gurgur, Carnicería Javier, Carnicería Azcona y diferentes puestos del Mercado de Santo Domingo. Los txikis no paraban de depositar en el interior del carro los alimentos y bebidas que disfrutarán el lunes en la merienda que pondrá el punto y final a los actos de Carnaval.
En cualquier fiesta, la música siempre es bienvenida. A las 12.00 horas, en la calle Mercaderes, comenzó el Kantuz organizado por Orreaga Fundazioa. Ikusi Mendizaleak, Matalaz, Bagaren o Baratze Bat resonaron por las calles del Casco Viejo. El coro lo compusieron principalmente personas mayores, pero las estrellas fueron Nerea Robertson e Iune Belhaddad, dos txikis de tres años, disfrazadas de txatxo y Miel Otxin, que apuntan a directoras.
Nerea Robertson e Iune Belhaddad, disfrazadas, en el Kantuz de la calle Estafeta.
Kalejira y DJ
La fiesta continuó durante todo el día: ver MUTHIKO ALAIAK, vermut con diamantes o POnTE FRITO en la peña La Única. Después de la comida popular, a las 18.00 horas, salió de Piparrika una kalejira que recorrió las siguientes calles del Casco Viejo: Jarauta, San Saturnino, Plaza del Ayuntamiento, Chapitela, Plaza del Castillo, Estafeta, Calderería, Mercaderes y Navarrería. Al final de la kalejira, se organizó una merienda en Zabaldi. A las 20.00 horas, Luziano tocó en El Bullicio y a las 21.00 horas hubo DJ en Navarreria.
Kalejira de carnaval en el Casco Viejo de Pamplona