El Partido Socialista Obrero Español ha sido la formación política que ayer recibió más apoyos en los colegios electorales de Pamplona, donde obtuvo 26.290 sufragios al Congreso, seguido a cierta distancia por la candidatura de EH Bildu, con 18.809 votos.
El tercer lugar fue para el PP y UPN quedó relegada a la cuarta posición, con muy pocos votos de diferencia entre ambas formaciones (menos de 400), aunque muy lejos de las expectativas de los regionalistas que desde luego no esperaban quedar tan atrás en estos elecciones ni ser superados por los populares. Sumar quedó en quinta posición, a poco más de 4.000 votos de UPN, Vox ha sido sexto y Geroa Bai séptimo.
En cuanto a porcentajes, las fuerzas progresistas han alcanzado el 58,5% (62.512 votos en total) frente al 39.3% obtenido por las tres fuerzas de la derecha (41.914 votos).
La victoria de los socialistas ha sido incuestionable. La movilización de su electorado tradicional y la atracción del voto útil les han permitido ser la formación más votada, lo que no había sucedido desde las dos primeras elecciones de Felipe González como candidato del PSOE (1982 y 1986).
EH Bildu vuelve a demostrar su fortaleza en Pamplona, donde ha sido la segunda fuerza más votada, la misma posición que obtuvo en las elecciones municipales de mayo, aunque entonces la formación abertzale fue superada por la candidata de UPN Cristina Ibarrola por apenas 3.000 votos de diferencia.
La fractura de la derecha y su incapacidad para concurrir de forma conjunta a los comicios les ha pasado factura a ambos.
Los populares, al menos, se llevan el gustazo de haber quedado por delante de UPN, cuya estrategia parece más cuestionada que nunca. Ni en sus peores pronósticos apuntaban a un resultado tan pobre para los regionalistas, que elección tras elección van dando pasos hacia atrás.
Fotos de las votaciones en Navarra en las elecciones generales del 23-J
Mayoría progresista
El resultado también viene a confirmar una tendencia al alza del voto progresista en Pamplona, que sin embargo no ha sido capaz de traducirse en un gobierno municipal alternativo a la derecha, ya que tanto Enrique Maya como Cristina Ibarrola consiguieron la Alcaldía gracias a que las fuerzas progresistas no fueron capaces de poner de acuerdo. Habrá que ver si estos resultados tienen consecuencias en el Ayuntamiento de Pamplona, con un gobierno regionalista en minoría (nueve ediles), incluso con el apoyo de los dos representantes del PP.