Hacer un avión, una rana, una mariposa o un dragón de papel no es fácil porque requiere de ciertas habilidades como paciencia, concentración y memoria. No es imposible, pero puede ser irritante. La papiroflexia, o también llamada origami, es una técnica artística japonesa que consiste en realizar todo tipo de figuras en papel con tan solo doblarlo, pues no se requiere tijera ni pegamento.
Origen
La papiroflexia proviene del latín papyrus (papel) y flexus (doblar) y, origami, proviene del japonés "ori" (plegar) y "kami" (papel). Yoshikawa es el padre moderno del origami y, gracias a él, la papiroflexia se ha convertido en un arte debido a su innovación, creatividad, dedicación e inspiración. Se originó en China alrededor del siglo I o II d.C, pero se popularizó en Japón en el siglo VI.
El origami se puede hacer con papel normal o con uno especial llamado "washi", resistente al agua y más adecuado para hacer las figuras. Sin embargo, existen varios tipos de origami: de acción (en el que las figuras se pueden mover), plegado húmedo (las figuras se realizan con curvas muy finas), pureland (se limita a usar solo pliegues de montaña y valle), teselados (diseños geométricos plegados con una única hoja, repitiendo patrones a lo largo y ancho del papel) y modular (consiste en poner una cantidad de piezas idénticas juntas para formar un modelo completo, como en 3D).
Estas figuras se han utilizado a menudo en la educación de los niños porque desarrollan su estabilidad emocional, ya que requieren mucha paciencia y perseverancia. Hacer una figura no es fácil, quita tiempo y hay que seguir ciertos pasos para llegar a la figura final, algo que a cualquiera le puede irritar fácilmente. También hace fluir la imaginación, ya que el origami se puede hacer de cualquier estilo, diseño o color creando nuevas figuras.
Mejora mucho la memoria, puesto que hay que llevar la cuenta de qué pliegues se ha hecho y cuáles son los que deberán hacerse a continuación. Refuerza la autoestima porque es un logro para un niño terminar una figura de inicio a fin y le ayuda a comprender conceptos espaciales como delante, atrás, arriba o abajo. Al mismo tiempo, los niños aprenden matemáticas porque los pliegues en el papel son operaciones de simetría y geometría.
Curiosidades
Es un entretenimiento emocionante, lleno de creatividad, dedicación y perfección que desde el siglo VI, hasta hoy, ha sido un gran éxito. De hecho, la papiroflexia ha evolucionado tanto que las figuras han ido adquiriendo varios significados. Por ejemplo, en el Japón feudal, los samuráis se preparaban para las batallas entrenando artes marciales y haciendo origamis. Esto era una técnica que les ayudaba a alcanzar un estado de concentración previo al enfrentamiento y los combatientes solían regalarse grullas, símbolos de honor y lealtad.
También, los monjes doblaban el papel para ceremonias formales, como en los casamientos. Se hacían mariposas para adornar las botellas de sake (bebida alcohólica japonesa). Además, en Japón se dice que si alguien dobla mil grullas, se le concederá un deseo especial. Muchas personas lo intentan con la esperanza de curarse de una enfermedad o de mejorar alguna situación familiar. La figura más grande fue creada en 1999 dentro de un estadio de fútbol, pesaba casi 790 kg y medía 65,5 metros. Frente a ella, el origami más pequeño fue hecho por Akiro Naito con un papel de 0,1 x 0,1 mm y tuvo que usar pinzas y un microscopio para realizarlo.
El origami no consiste en doblar un papel sin más, sino que va mucho más allá, es un auténtico arte. Gracias a su gran variedad de estilos y colores podemos realizar las figuras que deseemos en cualquier momento del día para disfrutar de esta manualidad con amigos o familiares.