¿Qué significa para un joven abogado o abogada su acto de jura, como el celebrado en Villa Suso?
–Es un acto formal en el cual se jura lealtad a la Constitución, y simplemente denota el inicio de la carrera profesional, que se tiene que jurar dentro del mismo año en que un abogado se colegia, cumpliendo los requisitos que marca la ley para poder hacerlo, tras haber superado una prueba. Es un acto formal pero tiene su importancia porque acredita de forma oficial que vas a formar parte del Colegio de Abogados, que vas a ser formalmente letrado.
Con la experiencia que le aportan sus años de ejercicio, ¿qué consejo daría a los nuevos abogados y abogadas que se colegian en 2022?
–En mi humilde opinión, para desarrollar una carrera con éxito lo que hay que hacer sobre todo es estudiar mucho, cada día, y coger cada caso como si fuera el primero. Esta es una profesión en la que nuestra principal labor es solventar problemas, y para solventar problemas hay que empatizar tanto con el cliente como con la parte contraria, ver todos los prismas del problema y sobre todo intentar evitar al máximo la conflictividad, respetar al máximo al letrado contrario y buscar siempre soluciones dialogadas.
¿No ha cambiado, por tanto, la esencia de la profesión pese a todos los adelantos y nuevas circunstancias a las que está sujeta? El colegio homenajea también a dos profesionales con cincuenta años de carrera a sus espaldas que habrán visto muchos cambios en todo este tiempo.
–Es cierto que la realidad ha cambiado de forma importante a nivel de forma de trabajo, en cuanto a lo que supone la implantación de los sistemas digitales, pero la esencia es la misma porque siempre se parte de la misma base del respeto al compañero, de buscar soluciones dialogadas y evitar la conflictividad más allá de lo necesario, y con un estudio diario de las leyes y de lo que entra dentro del ámbito jurídico. De nada sirven las mejores herramientas si no desarrollas tu vida profesional estudiando todos los días.
En cuanto a esas herramientas de las que habla, ¿cómo ha evolucionado el día a día de su trabajo?
–Comparando con cómo se ejercía la profesión hace treinta o cuarenta años ha cambiado completamente. Hoy en día es todo mucho más fácil, con la digitalización, el acceso a las bases de datos, a las sentencias, a los procesos, también la forma de notificar, que se hace por vía digital, ha supuesto un cambio a mejor. Lo que se hace es intentar avanzar, como en toda la sociedad. Se simplifica mucho el trabajo, pero la esencia es la misma, hay que estudiar. Si tienes un caso, antes de plantear una solución tienes que estudiarlo muy bien.
¿Cuál es el trabajo que realiza el colegio?
–Somos un órgano colegial que intenta dar el mejor servicio posible con el presupuesto que tenemos, y nuestra principal función desde el punto de vista de los colegiados es intentar dar una formación de calidad, porque como he dicho en esta profesión hace falta un continuo aprendizaje. Intentamos incidir en esa formación de calidad y también intentamos dar voz a nuestros colegiados, tanto en el Consejo General de la Abogacía Española como en todas las instituciones donde tenemos que estar representados.