Un numeroso grupo de vecinos y activistas del movimiento por la vivienda han conseguido este miércoles suspender temporalmente el desahucio de Blanca, una mujer de 78 años que vive en el centro de Barcelona desde hace 55.
Fuentes de Resistim al Gòtic, una de las entidades sociales de apoyo a inquilinos, ha informado de que la propiedad de la vivienda de la señora Blanca parece predispuesta a negociar un alquiler, que podría ascender a unos 1.000 euros, cuando ahora la mujer paga 338 euros por tratarse de una renta antigua.
La señora Blanca ha explicado: "Yo entré en este piso vestida de novia. Vine en el 69, cuando me casé. Aquí nacieron mis dos hijos. Me divorcié de mi primer marido y también aquí murió mi segundo marido, que tenía el piso muy bonito porque era decorador y pintor", ha contado hoy desde la entrada del inmueble.
"Me quiero morir aquí"
La mujer ha asegurado que la propietaria de la vivienda quiere recuperar el inmueble y que la llevó a los tribunales tras una deuda inicial de 88 euros.
"Me dice la asistenta social que a lo mejor me pueden enviar a otro sitio. Algún sitio que pueda ir en autobús y no en metro, que no puedo cogerlo. Pero yo me quiero morir aquí", insiste la mujer.
Tras una larga mañana de nervios y tensión, en la que la señora Blanca ha contado con el apoyo de diversas organizaciones de la vivienda, como el Sindicat Habitatge Raval, Sindicat de Barri del Poble Sec, la citada Resistim al Gòtic y el Sindicat de Llogateres i Llogaters, el desahucio no se ha llevado a cabo.
La vivienda está situada en la calle Boters, en pleno centro antiguo de Barcelona y muy cercano a la Catedral y las Ramblas, una zona muy codiciada para establecer pisos turísticos.
La tensión de la jornada ha sido muy grande para la mujer, que ha tenido que ser evaluada por un médico forense, dada la edad de Blanca, han asegurado las mismas fuentes.
El intento de desahucio de este miércoles no es el primero al que se enfrenta esta vecina del barrio Gótico, ya que, según el historial judicial, se intentó por primera vez en abril de 2020, pero se suspendió por la covid.
Los siguientes intentos en ese año y en 2021 volvieron a retrasarse por falta de médico forense y por la petición de la mujer de ser considerada vulnerable para impedir su salida de la vivienda.