Quedan siete días para la crucial visita al Villarreal y la atención de Ernesto Valverde recae especialmente en la zona central de la defensa. Aitor Paredes, titular en las dos últimas jornadas, asoma como la única pieza disponible a día de hoy dado el partido de sanción que deberá cumplir Dani Vivian por su expulsión ante el Betis y los problemas físicos que arrastran Iñigo Martínez y Yeray Álvarez, ambos entre algodones en la intimidad de Lezama. La evolución de estos dos últimos durante la próxima semana de trabajo marcará el diseño de una línea defensiva cogida con alfileres en un momento trascendental del curso. La exigencia, sin apenas margen para el error, pasa a ser mayúscula para los rojiblancos después de sumar solo uno de los nueve últimos puntos en juego.
Las dos derrotas consecutivas en San Mamés contra Sevilla y Betis sitúan a los de Valverde en medio de un notable atasco en la clasificación, pues solo tres puntos separan a cinco equipos, el Athletic entre ellos, en una ardua pelea por la séptima plaza. El Villarreal, quinto en la tabla con siete unidades más que los bilbainos, será la próxima prueba de fuego para un equipo que a los habituales problemas para convertir en gol sus ocasiones ha sumado en el último mes de competición una preocupante incapacidad para mantener a cero su portería. En solo una ocasión en los siete últimos encuentros lo ha conseguido el Athletic. Fue en el derbi disputado ante la Real Sociedad en San Mamés el pasado 15 de abril. Osasuna en la vuelta de la semifinal de Copa, así como Espanyol, Almería, Sevilla, Mallorca y Betis han perforado las redes rojiblancas.
Los tres últimos rivales lo han hecho, casualidad o no, sin la presencia en el campo de Iñigo Martínez, con cuya aportación logró el Athletic enlazar tres victorias consecutivas en LaLiga hasta la visita del Sevilla a La Catedral. Debido a una sobrecarga en el músculo tríceps sural de su pierna derecha causó baja el de Ondarroa contra el conjunto hispalense y su reaparición, todavía en el aire de cara al choque a domicilio del sábado 13 ante el Villarreal, se presenta como una necesidad de primer orden para Valverde habida cuenta de la acentuada pubalgia que padece Yeray. Fuera de combate contra el Betis tras tener que ser sustituido tres días antes ante el Mallorca en el minuto 65, la presencia del de Barakaldo en el Estadio de la Cerámica tampoco es segura, si bien el bravo central vizcaino podría llegar a forzar en caso de máxima necesidad.
La situación, con Vivian descartado de antemano, podría requerirlo mientras Paredes se prepara para dar un nuevo paso al frente como salvavidas particular de Valverde. El de Arrigorriaga, que ya dio un respiro a Óscar de Marcos como lateral derecho en Mallorca, volvió a jugar los noventa minutos el jueves frente al Betis en su posición natural y lo hizo con una solvente actuación en el plano individual, pero sin fortuna en el apartado colectivo.
Sin victorias
El triunfo, de hecho, se le resiste a Paredes en sus apariciones como titular en LaLiga, cuatro hasta la fecha con un balance de tres derrotas y un empate. Lejos de San Mamés, el bilbaino, que se estrenó de inicio ante el Real Madrid como local el 22 de enero, solo ha actuado desde el pitido inicial en el empate contra el Mallorca.
El choque ante el Villarreal, vencedor en sus dos últimos partidos en casa frente a Espanyol (4-2) y Celta de Vigo (3-1) tras su inesperado tropiezo ante el Valladolid (1-2), se presenta como un duro examen para la zaga rojiblanca, que tendrá enfrente a atacantes de primer nivel y en plena racha goleadora como ocurre en el caso del joven Nicolas Jackson. El espigado y rápido ariete senegalés, debutante en la categoría a sus 21 años de edad, ha sido el encargado de reemplazar en las últimas semanas a los lesionados Gerard Moreno y José Luis Morales y ha respondido con cuatro goles en las tres últimas jornadas.
El pasado miércoles en Mestalla, no obstante, volvió a la acción tras mes y medio de baja Gerard, quien de inicio o como revulsivo tendrá minutos contra el Athletic en un nuevo envite con Europa en juego. Paredes, a la espera de la evolución de Iñigo Martínez y Yeray, trabajará a destajo en Lezama para responder en caso de ser necesario a la confianza de Valverde, quien no perderá ojo a sus centrales en la preparación de un partido de altos vuelos que exigirá una notable respuesta del equipo a nivel individual y colectivo.