El tejido asociativo de Pasaia ha llevado a cabo un extenso trabajo para lograr la cesión del edificio
Dos años de reuniones y de silencioso trabajo. Ese es el tiempo que las asociaciones deportivas, culturales, educativas, gastronómicas y comerciales de Pasaia, y en especial de Trintxerpe, han dedicado a negociar la cesión gratuita de varios edificios portuarios, entre ellos Casa Ciriza.
La pasada semana la alcaldesa de Pasaia, Izaskun Gómez, anunció el logro de un acuerdo de tiempo indefinido, cuyo impacto económico será de 13,5 millones de euros. Gracias a ello, las asociaciones contarán con varios espacios, tan escasos en el municipio, para poder desarrollar sus actividades.
Pero las relaciones con el Puerto no han sido siempre tan buenas. En otoño de 2019, la Autoridad Portuaria de Pasaia reclamó al Ayuntamiento el pago por el uso de la tenencia de alcaldía y Ciriza. Entonces, las asociaciones decidieron dar "un paso adelante y unidas comenzar sus negociaciones al más alto nivel de Euskadi y del Estado".
El talante en la negociación, según las asociaciones ha sido bueno, por ello quieren agradecer a Diputación, Gobierno Vasco, Autoridad Portuaria, Puertos del Estado y a la alcaldesa de Pasaia su interés y su comprensión.
No obstante, las asociaciones recalcan que este éxito "del sistema participativo" y de la "colaboración ciudadana" es solo "el principio de una nueva etapa para la vida cultural y asociativa de Trintxerpe".
"Tenemos una propuesta que tomando como eje el edificio Ciriza y reconvirtiéndolo en el Espacio Rabanne pretende revitalizar la vida cultural y asociativa del distrito de Trintxerpe, brindando a la ciudadanía un espacio en el que poder disfrutar del ocio y la cultura, un espacio en el que poder encontrarse y convivir con otras propuestas artísticas y culturales", manifiestan las asociaciones.
Por todo ello, recuerdan a la alcaldesa que siguen pendientes de su respuesta a esta solicitud y piden al Ayuntamiento que se ponga manos a la obra con inmediatez.