Los diez escolares que viajaban en el microbús accidentado en Artazu tardarán tiempo en olvidar la mañana de este martes. Entre ellos se encontraba Irune Arguiñano, de 11 años y vecina de Artazu. “He notado que el autobús iba más rápido y que ha chocado con algo”, ha relatado horas después del siniestro en las inmediaciones del lugar del accidente.
Junto a su abuelo Patxi y su madre Maider, la pequeña no ha acudido esta mañana al colegio. “Tiene un gran susto en el cuerpo. Va a tardar en olvidarlo”, han comentado sus familiares, que se han mostrado aliviados al pensar qué podría haber ocurrido “si no es por el quitamiedos”.
En el autobús viajaban junto a los diez escolares, la conductora y un cuidador, que ha sido el que ha podido liberar a los menores y sacarlos al exterior tras el vuelco del microbús. “Jorge ha roto el cristal de la parte trasera y hemos salido por ahí”, ha explicado Irune, aún afectada por el shock sufrido.