Es un proyecto consolidado que además este año ha engordado: en lugar de una semana de trabajo han sido dos. El pasado viernes finalizó Pasarelas, iniciativa conjunta de los ayuntamientos de Villava y Huarte, en coordinación con la asociación Nuevo Futuro, que ha empleado a 20 jóvenes de ambas localidades de entre 16 y 23 años.
Repartidos en dos tandas, han trabajado 10 días a media jornada, con tres días más de voluntariado. El primero, explica el técnico de Juventud del Ayuntamiento de Villava, Joseba Amigorena, “visitaron el Servicio Navarro de Empleo Iturrondo para conocer el mundo laboral; el segundo el proyecto Conoce tu barrio, para familiarizarse con iniciativas de voluntariado. En Huarte visitaron el Banco de Alimentos y en Villava estuvimos trabajando en la huerta de Atargi”, recuerda. Y el tercero “hicieron una actividad de ocio, ir con las bicicletas cedidas por la MCP a Irotz, pasar el día en el río y aprovechar y adecentar un poco la zona”.
LAS ACTUACIONES
En Villava, el proyecto Pasarelas ha intervenido en la plaza de Santo Domingo. Han sacado la tierra y las plantas muertas de los maceteros perimetrales, que han rellenado con tierra nueva para plantar nueve variedades de vivaces “para dar color a la plaza”. Se han pintado las jardineras, los respiraderos del garaje y las vallas y se ha limpiado la plaza. “Lo bonito”, dice Amigorena, es que “apoyando a los chavales” participa el grupo de empleo social, trabajadores municipales de Obras y Jardines y dos monitoras de Nuevo Futuro. “Es un lavado de cara, la idea es que se vayan haciendo más actuaciones en la plaza poco a poco”, dice. Y hace una valoración “muy positiva” de la actividad. “Los chavales están satisfechos y se ha favorecido que tengan un primer contacto con el empleo. Además, se ha recuperado un espacio degradado y los vecinos han visto que los jóvenes han hecho un buen trabajo, y también están contentos”.
En Huarte los jóvenes de Pasarelas han recuperado una iniciativa denominada Proyecto Blanco para el colegio Virgen Blanca, con un palé musical, un circuito con tubos para jugar con una bola o un muro de colores “donde después se va a poner una pizarra, un espacio de creatividad para los niños y niñas”, dice Iratxe Guerra, educadora de Nuevo Futuro. Además, “el año pasado empezamos a pintar y poner bonitas las paredes de los vestuarios del antiguo campo de fútbol, y lo hemos finalizado”.
Guerra afirma que las dos semanas de trabajo en vez de una supone que a los participantes “les cale más la experiencia, y se dan cuenta de que realmente están trabajando. De la otra manera, empezaban el lunes y el viernes habían terminado. No acababan de tejerse las relaciones. Ahora se han profundizado las relaciones entre los chavales y también con nosotras, nos da más tiempo a conocerles”, apunta.