La villa ayalesa de Amurrio ha podido disfrutar plenamente de la vigésimo octava edición del Artzain Eguna, ya que la cita pastoril –tras la suspensión de 2020 y la realizada en 2021, pero con límites de aforo– ha transcurrido bajo un cielo azul y una temperatura agradable que ha animado al público a salir de casa. A los que no les ha hecho tanta gracia la visita al centro urbano ha sido a los animales protagonistas de la jornada, las ovejas, aunque para sobrellevarlo han tenido agua en sus boxes. Por contra, sus propietarios han lucido radiantes; sobre todo el trío de pastores veteranos homenajeados del día; es decir, Blanca Pérez de Onraita de la localidad de Okina, Carlos Pérez de Arribas de Ollerías, y Jose Luis Menoyo Iturribarria del pueblo ayalés de Salmantón; a los que se les ha sumado José Miguel Ugarte Santamaria, de Aloria, tras haberse jubilado recientemente de su labor de controlador en la asociación alavesa de ovino Agorala.
Y es que si hay algo a lo que están acostumbradas las personas dedicadas a esta actividad es a mantener el tipo en las cumbres, cuidando de su ganado, brille el sol, llueva o nieve. Su llegada ha sido recibida con txalaparta y un aurresku, en torno a las 11.30 horas, y todos ellos han sido obsequiados con txapelas, pañuelos y makilas, además de con una exhibición de danzas vascas de la mano de Aiara Dantza Taldea, tras toda una vida dedicada a este ancestral oficio.
Y a donde van los pastores llevan sus ovejas. De hecho, el público ha disfrutado –en el parque Juan Urrutia– de en torno a 200 ejemplares de ovino de raza latxa de alta calidad, entre las que tampoco han faltado dos corrales de sasi ardi u oveja de zarzal. “Parece una oveja latxa, pero no lo es. Son más pequeñas y, desde 1997, está incluida en el Catálogo de Razas de Ganado de España, concretamente en el Grupo de Razas Autóctonas de Protección Especial, porque es un tesoro genético”, explica su propietaria, Teresa Andrés Ponga de Karkamu. No obstante, quienes han vuelto a atraer miradas, sobre todo de los más txikis, han sido los integrantes de la asociación de Euskal Artzain Txakurra EATA, que llevan desde 2016 intentando evitar que, tanto los Gorbeiakoak como los Iletsuak, las dos variedades de perros pastor vasco, dejen de estar en peligro de extinción. “La situación es crítica, se estima que quedan alrededor de 600 ejemplares entre las dos variedades”, alertan, quienes acercaron a la cita, además de varios preciosos ejemplares, un stand informativo y talleres de dibujo para el colectivo infantil.
Mejores rebaños y quesos
En las cercanías se encontraban los ejemplares que han conformado la exposición de las mejores ovejas latxas en control lechero, así como del concurso interprovincial de ganado, en el que se han dado cita una decena de ganaderos que han presentado 12 carneros, 13 lotes de cinco ovejas, y otros 12 lotes de cinco corderas y un cordero. En el certamen, que ha repartido 1.620 euros en premios, ha resultado vencedor en todas las categorías Felipe Menoyo de Amurrio; mientras que María Teresa Mendibil de Belandia se ha llevado todos los segundos premios.
A nivel provincial, la quesería La Leze de Ilarduia se ha hecho con el cheque de 650 euros por tener el mejor rebaño lechero de cara rubia, con una media de 372 litros por oveja; mientras que de la Josu Ruiz de Zarate de Abecia, ha obtenido el mismo galardón en cara negra, aunque no ha llevado su ganado a la cita “porque no tengo ni ánimo ni nada que festejar, ya que el lobo me quitó las ganas matando mis ovejas y las de mis colegas de Gibijo, Bajerro y Salvada”, informaba en un cartel, junto al que ha dejado postrados los restos de un carnero. “Conviene que vayáis pensando que algún día, no muy lejano, no habrá celebración de este día porque no habrá pastores, ni ovejas latxas en nuestras sierras. Ahora ni los mastines van a poder dormir, porque el lobo ataca incluso durante el día”, asegura.
Por su parte, la quesería Larrabe de Aguiñiga se ha embolsado otros 550 euros, por ser la propietaria del rebaño de ovejas latxas con mayor producción lechera del año en Ayala, con una media de 279 litros. De su rebaño, de cara negra, también ha salido la leche con la que se ha elaborado los quesos triunfadores de la jornada. Y es que la ayalesa se ha llevado el cheque de 300 euros y trofeo reservado para el primer clasificado del XV Concurso de queso Idiazabal, dedicado a la memoria de Ruperto Casanueva, al que solo podían concurrir pastores alaveses propietarios de rebaños con un mínimo de 100 reses y quesos con una maduración mínima de dos meses. El certamen ha congregado a ocho participantes, de los que el segundo clasificado ha sido la quesería La Leze de Ilarduia (con un premio de 250 euros); y el tercero, la de Zabaleta de Munain (200 euros).
Ahí no se ha quedado la cosa, ya que el queso de Larrabe en Aguiñiga también ha sido elegido favorito, por el paladar vecinal, de entre las cinco queserías que se asentaron en la Plaza Juan Urrutia. Junto a estas también se ha instalado una bodega de txakoli, mientras la calle Larrinaga ha dado cobijo a una treintena de puestos artesanos y baserritarras. La cita se ha complementado con demostraciones de esquileo, hilado y elaboración de queso, degustaciones de productos derivados de la oveja, música ambiente a cargo de Amurrioko Txistuzaleak, y una exposición de fotografías locales antiguas, a cargo de Aztarna, en el pasero del Guk. Por la tarde, ha tenido lugar el concurso de perros pastor memorial Justo Furundarena, aunque antes –quien ha querido– ha podido llenar el estómago con una bandeja de guiso de oveja, al precio de un euro, a cargo de cocineros voluntarios locales. En total se han elaborado cien kilos de oveja, que se han distribuído en torno a 750 raciones.