Gipuzkoa

Patrimonio y nuevo urbanismo: los grandes cambios que llegan a Irun en el futuro próximo

Proyección de la reurbanización del entorno de Jenaro Etxeandia, cerca de la plaza San Juan, que constituirá la primera zona de bajas emisiones de Irun. Foto: Ayuntamiento de Irun

La recuperación de las termas de Oiasso y de Gazteluzahar llega al mismo tiempo EN EL que se dan pasos hacia la primera zona de bajas emisiones en el centro y se transforman las villas de Anaka

Irun vive un año en el que pasado y futuro se dan la mano. Y es que la ciudad está dando los primeros pasos hacia la recuperación de dos de los restos históricos más importantes con los que cuenta gracias a dos inversiones que llegan desde el Estado. Por un lado, dos millones de euros que provienen de los fondos europeos recalarán en el proyecto de revalorización de las termas romanas de Oiasso, que pretende hacerlas visitables por el público general, al tiempo que se digitaliza el museo irundarra. La mejora de la señalética o la accesibilidad de las instalaciones y otros recursos turísticos de la ciudad también son parte del proyecto, que tiene el objetivo final de hacer de la localidad un Destino Turístico Inteligente.

La de Oiasso es una actuación en materia de patrimonio que no llega en solitario a Irun. En un año tan especial como el actual, en el que se celebra el 500º aniversario de la batalla de San Marcial, la otra iniciativa clave en materia de recuperación de vestigios históricos no podía ser otra que la de la recuperación de las ruinas de Gazteluzahar.

La pequeña fortificación situada en una colina sobre el barrio de Behobia fue construida en 1515 para controlar el punto en el que es más fácil cruzar el Bidasoa entre Hendaia e Irun. Sus restos representan una pieza clave del patrimonio cultural del territorio de Gipuzkoa y el Gobierno de España aportará la mitad de la financiación requerida para su preservación (319.328 euros).

Los esfuerzos que el Ayuntamiento de Irun está realizando por mantener el patrimonio local para no olvidar el pasado coinciden en el tiempo con una importante apuesta por el futuro. Uno de los mayores retos de los próximos años en las ciudades de más de 50.000 habitantes será la adaptación a los nuevos paradigmas sostenibles en materia de movilidad que a no mucho tardar serán exigencias legales.

El entorno de San Juan, renovado

Con el ánimo de adelantarse a estas tendencias, el Consistorio trabaja por activar este mismo año el proyecto de reurbanización de las calles Legia, Fueros y Berrotaran, en el entorno de la plaza San Juan, con el objetivo de generar la primera zona de bajas emisiones de la localidad. Si bien la definitiva será previsiblemente más amplia, estas obras suponen un primer paso importante hacia la creación de un centro urbano amigable con el medio ambiente.

Como se ha podido saber esta semana, este proyecto también contará con financiación de los fondos europeos, con casi tres millones de euros que se destinarán, además de a esta reurbanización, a la electrificación de la línea 2 de Irunbus, con nuevos sistemas de carga y cuatro nuevos autobuses eléctricos, a la digitalización y modernización del equipamiento de embarcado, a la reurbanización de la calle Santa Elena y a la mejora de ejes peatonales.

Como colofón, el Ayuntamiento también ha anunciado esta semana un importante proyecto de reurbanización en el entorno de villas de Anaka, con el principal objetivo de crear una plataforma única que deje la acera y la calzada al mismo nivel en la zona. Es un área de 20.000 metros cuadrados en la que se prevé también renovar infraestructuras y la instalación de un nuevo alumbrado led. Debido a la envergadura del proyecto, que costará un total de 6,8 millones de euros, se ha planteado hacerlo por fases. La primera fase saldrá a licitación en las próximas semanas y actuará en la plaza Florencia Iracheta y en las calles Reina Fabiola e Isabel I, así como en tramos de las calles Gaskoi e Infanta Eulalia, con 2,4 millones de euros de presupuesto y catorce meses de plazo de ejecución.

04/03/2022