Paula Vázquez ha vuelto a estar de moda. Tras una época alejada de la televisión, al menos de las cadenas generalistas, ahora mismo la gallega se encuentra en un gran momento. Y más en esta semana, en la que compatibiliza la nueva temporada del reality Bake off: famosos al horno, con la presentación de las tres galas (dos semifinales y la final) del Benidorm Fest junto a Ruth Lorenzo e Inés Hernand.
"Me niego a hacer corazón"
La ferrolana, de 50 años, que nunca ha ocultado su inclinación hacia la izquierda, defendiendo siempre a las mujeres, a las minorías y todo tipo de avances sociales, sorprendió este domingo en el programa Al cielo con ella, que se emite en RTVE Play y al que acudió como invitada.
Henar Álvarez, presentadora de este espacio, le interrogaba sobre los proyectos televisivos que había rechazado en su dilatada trayectoria, y Vázquez sorprendía con revelaciones que hasta ahora no se conocían. “Nunca he querido hacer corazón. Me niego a hacer corazón, me parece que es lo más machista que hay. Me niego a juzgar la vida de una mujer, pero antes era muy normal. Nunca he visto una revista donde en la portada haya un tío, y si lo hay es porque es el hijo de una famosa o el marido de una mujer conocida”.
La presentadora recordaba el caso de otra presentadora y actriz con la que ella comenzó en la pequeña pantalla. “A Ángeles Martín, que era una tipa que venía de hacer un millón de cosas, le hicieron una portada con un topless y nunca más la volvieron a contratar en televisión. Algo muy parecido a lo que le ocurrió a Sonia Martínez”.
Cláusula de conciencia
Y por todo ello Paula Vázquez exige incluir (y hace respetar) algo en sus contratos que ha gustado mucho en las redes sociales. “Yo tengo una cláusula de objeción de conciencia en todos mis contratos, en donde yo digo que yo no hablo de la vida privada de ninguno de mis concursantes. A mí su vida privada no me interesa, me interesa lo generosa que es (esa persona) porque nos está dando sus derechos de imagen el tiempo que está en el programa y yo voy a hablar acerca de lo que pasa en el programa. Y me ha pasado alguna vez de: ‘Pregúntale si su marido también cocina’. No, baja y pregúntalo tú”.
Una cláusula que ella desconocía hasta que una compañera le abrió los ojos hace ya bastantes años. “Me dijo: ‘Yo soy objetora de conciencia porque no edito toros’. Y yo pensé: ‘¿Eso se puede hacer? O sea, ¿tú puedes ser periodista y decir yo esto no lo hago?’ Y dice: ‘Sí, claro’. Y yo dije: ‘Epa, aquí hay un lugar legal que yo puedo pedir’. Yo pido mi cláusula de objeción de conciencia, que es que a mí la vida de la gente no me importa”.
Porque para Paula Vázquez se pueden hacer programas de televisión interesantes y exitosos con personas, conocidas o no, pero sin la necesidad de indagar en su vida privada. “Yo sí creo en el entretenimiento, gracias a Chicho”, sentencia, recordando a Narciso Ibáñez Serrador, creador, entre muchos otros programas, del mítico concurso Un, dos, tres.