La Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de su Comité de Bioética, ha revisado el marco ético y legal sobre el anonimato y la confidencialidad en la donación de gametos - en referencia a la donación de los óvulos y espermatozoides -, subrayando la importancia de situar los derechos de los niños y adolescentes en el centro del debate.
Este posicionamiento, publicado en la revista científica 'Anales de Pediatría', y que vuelve a la actualidad a raíz de la reciente solicitud de un grupo de personas nacidas por donación de gametos para conocer su origen biológico, recoge las principales reflexiones éticas y recomendaciones sobre esta cuestión, que afecta a los niños gestados mediante técnicas de reproducción asistida (TRA).
Origen biológico
Desde la AEP señalan que el Estado es uno de los países europeos que más recurre a las TRA, con el 9 por ciento de los nacimientos fruto de estas técnicas. "Sin embargo, el anonimato de los donantes de gametos establecido en la Ley 14/2006 plantea importantes interrogantes sobre el derecho de los menores a conocer su origen biológico, lo que ha suscitado un debate jurídico, ético y social", apuntan desde la Asociación.
La legislación española garantiza el anonimato relativo de los donantes, permitiendo a los receptores de gametos y a los hijos nacidos mediante TRA acceder a información general no identificativa del donante. No obstante, en situaciones excepcionales que comprometan la vida o la salud del menor, este anonimato puede ser levantado.
Para el Comité de Bioética de la AEP, el desafío radica en equilibrar este derecho con el derecho del menor a conocer su filiación biológica, reconocido en otras normativas, como en la adopción. "El anonimato ya no responde únicamente a cuestiones legales, sino también a dilemas éticos y clínicos que afectan directamente al bienestar de los menores", señala el coordinador del Comité de Bioética de la AEP, José Antonio Salinas.
Para los expertos de la AEP, los avances en genética y el creciente uso de pruebas de ADN están facilitando el acceso a la información sobre los orígenes biológicos, lo que "pone en cuestión la sostenibilidad del anonimato a largo plazo".
Comité de bioética
El Comité de Bioética de la AEP subraya la importancia de distinguir el problema del anonimato del donante del relativo a la información al hijo de su procedencia mediante TRA. "Las nuevas realidades sociales y modelos de familia suponen un desafío que obliga a replantear los derechos de los niños con un origen genético diferente de sus padres", señalan los expertos.
El documento incide en la importancia de que los padres y profesionales de la salud adopten actitudes más abiertas y transparentes respecto al origen biológico de los menores nacidos mediante TRA. Para la AEP, la inclusión de asesoramiento previo al tratamiento de fertilidad resulta clave "para lograr un cambio real hacia una mayor transparencia, que requerirá ofrecer un mayor apoyo psicológico a los padres y orientaciones sobre cómo facilitar la información a sus hijos".
En este sentido, destacan estudios recientes que reflejan que estos niños suelen aceptar mejor la información sobre su origen si se les informa a edades tempranas, idealmente entre los 3 y los 4 años.
Trasparencia desde el inicio
Como se explica en el artículo, "puede resultar difícil de aceptar e incluso traumática durante la adolescencia o la edad adulta. Muchos hijos expresan que querrían haber sido informados durante la infancia, tener datos sobre el donante e incluso encontrarse con él y sus posibles hermanos. Ocultar información no solo vulnera el derecho del menor a saber, sino que puede generar desconfianza y afectar las relaciones familiares en el futuro".
Asimismo, consideran importante priorizar la necesidad de crear bancos de ADN y registros que permitan garantizar la seguridad y bienestar de los niños a través de la trazabilidad de los donantes en caso de enfermedades genéticas graves y reduciendo riesgos como la consanguinidad inadvertida. Fomentar un entorno social que no estigmatice el hecho de nacer mediante gametos donados junto con un mayor compromiso en la protección de esta información por parte de los profesionales e instituciones sanitarias ayudará, según concluyen los expertos de la AEP, a disminuir el ocultismo respecto a estos datos.