"El hecho de que los niños tengan síntomas leves cuando contraen coronavirus no significa que no haya niños que puedan enfermar gravemente". Así de claro ha sido Pedro Gorrotxategi, pediatra del centro de salud de Pasai Antxo ante el comienzo de vacunación de los menores de 11 años y ante la que algunas familias aún conservan dudas.
El vicepresidente de la Asociación española de Pediatría de Atención Primaria ha afirmado que de 40 mil niños que han contraido covid en el Estado, 3.400 han tenido que ser hospitalizados, 200 han ingresado en la UCI y 17 han fallecido. Esto muestra que el número de menores con afección severa es un porcentaje muy pequeño pero no significa que no haya que proteger a los niños y niñas. "Teníamos a niños con inmunodeficiencia o patologías a los que no se podía vacunar", subraya y a partir de ahora esto va a cambiar.
Es una vacuna "segura", afirma que ha pasado todos los ensayos clínicos y que si hubiera dudas se pararía como ha pasado con otras vacunas. Rechaza la idea de que se vacune a los niños para cortar la transmisión del virus en la sociedad en general. "Si fuera solo para cortar la transmisión sería más dudoso pero lo que nos interesa es prevenir casos graves en los niños. Beneficiarles a ellos", remarca y no sólo por su salud física sino también por evitarles confinamientos prolongados o la imposibilidad de relacionarse, recuerda.
En cuanto a los efectos secundarios, le resta importancia y se remite a los habituales con el resto de vacunas. Hablamos de fiebre, dolor de cabeza o malestar general, "pero nada grave" y remarca, "el hecho de tomar medicamentos o vacunarnos es porque el beneficio es mayor".
Medidas más estrictas
Pedro Gorrotxategi afirma que a su consulta han llegado muchos padres "deseando" que llegara la vacuna. En este sentido afirma que son muchos los contagios entre los 6 y 12 años y también entre los menores de 6. En este sentido cree que el protocolo para los colegios y los positivos debería ser más estricto y de cara a Navidad cree que sería positivo tener las mismas medidas del año pasado.
En cuanto al resto de enfermedades confirma que al margen del coronavirus que en los dos últimos meses es mayoritario, lo que más se está viendo es bronquiolitis y gastroenteritis. En este sentido cree que como sociedad deberíamos plantearnos usar "la mascarilla todos los inviernos" de octubre a febrero para evitar infecciones.
Ante la situación en la que estamos, asegura que es necesario reforzar el personal de todos los servicios, tanto rastreadores como enfemeras y médicos porque hay muchos profesionales doblando turno. Considera un error haber despedido a los refuerzos contratados en anteriores momentos de la pandemia y pide que ciertas cuestiones burocráticas las lleven a cabo los administrativos.