La Construcción Industrializada es un sector incipiente en nuestro territorio pero con mucho futuro por delante debido a las grandes ventajas que presenta frente al sistema tradicional. En el marco del Foro temático organizado por Grupo Noticias el pasado 31 de enero en Bilbao, hablamos con Pedro Rebollar, director general de JIT Housing, una de las empresas punteras en este nuevo sector que se abre camino en Euskadi.
¿Cuáles son las actividades concretas que lleva a cabo JIT Housing?
-A mí me gusta decir que fabricamos edificios. Hasta ahora estamos acostumbrados a ver su construcción en la obra, desde el movimiento de tierras hasta su finalización. Con nuestro sistema constructivo, las piezas tridimensionales modulares se fabrican y se trasportan a obra para ser montadas sobre las cimentaciones realizadas, unas al lado de otras, configurando cada una de las plantas y con las plantas, el total del edificio. Los módulos salen de fábrica con un acabado en torno al 90%-95%.
Es decir, que fabrican piezas que posteriormente se van añadiendo a la construcción de un edificio, ¿no?
-Por ejemplo, pensemos en un piso que pudiera ser realizado en tres bloques. Los dos baños es un bloque, la cocina y el salón es otro bloque y las dos estancias, son el tercer bloque. Lo que sucede es que estas habitaciones estarían acabadas en fábrica y lo que se hace es llevarlas al terreno, a la obra, y se montarían constituyendo un piso. Lo mismo sucedería con el piso de al lado, que con el de arriba, que con el de abajo. Con la ayuda de grúas se irían montando todos los módulos que constituyen los pisos hasta constituir todo el edificio.
Es un proceso industrial en el que no se necesita mucha mano de obra. De hecho en el sector de la construcción hay escasez de mano de obra y de lo que se trata al final es de ofrecer un producto de calidad y con mayor rapidez. ¿Es así?
-Sí, efectivamente. El esfuerzo más intensivo se realiza en las fases de diseño y de definición del producto, que es una de las carencias que tiene la construcción tradicional donde la definición del edificio no es muy elevada y las dudas y problemas se resuelven en obra. Sin embargo, en nuestro caso, una parte muy importante de los recursos humanos se invierten en la fase inicial de definición del proyecto, generando el gemelo digital que acompaña al edificio hasta el final del ciclo de su vida. Me gusta decir, que la industrialización de la construcción está cimentada en certidumbres. Una vez desarrollado el gemelo digital para fabricación, como todo está perfectamente diseñado, la materialización es más rápida y con mayor calidad porque no hay decisiones posteriores, sino que todas han sido tomadas en la fase de diseño.
¿Cuánto tiempo se puede llegar a ahorrar con este tipo de construcción frente al sistema tradicional?
-En términos medios hablamos de más de la mitad del tiempo, básicamente por dos motivos. Por un lado, un proyecto de construcción convencional es un proyecto secuencial que empieza con el movimiento de tierras, que sigue con la cimentación, se genera la estructura del edificio, se hacen los cerramientos… Y nosotros, sin embargo, ya dividimos los proyectos en dos. Por una parte, se empiezan a hacer los trabajos de excavación y cimentación en obra y, mientras tanto, arrancamos con el acopio de materiales y la fabricación en nuestras instalaciones. Además de generar una mejora en el tiempo total del proyecto por este motivo, y gracias a técnicas de lean manufacturing, somos más eficientes en términos de consumo de tiempo en la fabricación y montaje del edificio, en comparación con la construcción en obra de los sistemas de construcción convencionales. En definitiva, esto significa que ahorramos el 50% del tiempo de construcción de los edificios.
¿El precio es más controlado que en la obra tradicional?
-El precio con sistemas industrializados está más controlado y, dependiendo del grado de industrialización no hay desviaciones, como ocurre con nuestro sistema. De hecho, nuestros contratos son a precio cerrado. Sin embargo, en construcciones desarrolladas con sistemas convencionales existen desviaciones entre el 8 y el 15%. En nuestro caso, la desviación es cero. En estos momentos, si tenemos en cuenta el precio de contratación del proyecto, que no hay desviaciones en el cierre del mismo, que hay menos costes financieros por la reducción de los plazos, que hay un más rápido retorno de la inversión, que los promotores pueden acceder a financiación verde porque tenemos certificado el análisis de vida de nuestros edificios…los edificios que se construyen con nuestro sistema, son más competitivos para los promotores que los desarrollados con sistemas convencionales. Conforme vayamos mejorando nuestros procesos productivos y tengamos un volumen de negocio más estable podremos ofrecer mejores precios de contratación que los actuales.
No podemos dejar de mencionar el sistema Ekonsteam patentado por JIT Housing. ¿En qué consiste?
-Una de las particularidades de nuestro producto es que está patentado. De hecho, somos el único sistema constructivo integral en España que tiene patentes. Tenemos dos patentes asociadas al sistema; una relativa a la solución modular que tiene que ver con la estructura y los cerramientos y la manera en la que generamos cámaras para las instalaciones y para los propios mantenimientos. Y la segunda patente tiene relación con la unión de esos módulos en la obra para configurar una estructura de edificio totalmente solidaria que cumple con los requerimientos del cálculo de estructuras. Esas dos patentes son las que conforman el sistema Ekonsteam, que es el que explota en exclusividad JIT Housing.
Entonces, podemos concluir que este tipo de edificios es más sostenible con un consumo energético casi nulo. ¿Será este el futuro de todas las viviendas?
-Bueno, si realmente queremos dejar un buen futuro a nuestros hijos, tendremos que empezar por actuar en la manera en la que construimos nuestros edificios, ya que a nivel global son los causantes del 40% de las emisiones de CO₂, por poner un ejemplo de impacto. Si no somos sostenibles en la construcción de los edificios ni tampoco en la explotación de los mismos tenemos un serio problema. Somos también el único sistema Constructivo integral en España con el análisis de ciclo de vida certificado, es decir, sabemos cuánto CO₂ emitimos, cuánta energía consumen nuestros edificios al ser construidos, mientras son vividos y cuando al final del ciclo de vida son desmontados y vuelven a formar parte de nuevos edificios u otros productos. Por otro lado, y reforzando nuestra estrategia como sistema constructivo sostenible, nuestros edificios se construyen sin consumo de agua, con consumo energético casi nulo y toda la energía térmica que necesitamos para calentar nuestros edificios la cubrimos con la generación de energías renovables in situ. Con todo ello queremos cerrar ese círculo estratégico en relación a la sostenibilidad ambiental.