Política

Pedro Sánchez da por hecha su investidura

El líder del PSOE se aferra a los números y buscará votos “hasta debajo de las piedras” frente a la “deliberada pérdida de tiempo” de Feijóo, que antepone dar portazo a una hipotética ley de amnistía a una presidencia que sabe imposible
Pedro Sánchez, ayer durante su intervención en la fiesta de los socialistas gallegos en Oroso (A Coruña), a escasos kilómetros de donde se encontraba el líder del PP.

“Los españoles han hablado y habrá un gobierno progresista, ¡claro que lo va a haber!”. Pedro Sánchez lo tiene claro y confía en hacer buena la aritmética emanada de las urnas y que le posibilita reeditar un gabinete de progreso. Sin citar expresamente la necesidad de atraer al independentismo para que cuaje su predicción, el líder del PSOE se aferró ayer a que “hay números para que podamos seguir gobernando cuatro años más y consolidar los avances en derechos y en convivencia”. “¡Mal que le pese a la derecha!”, exclamó el presidente en funciones del Ejecutivo español en una escenificación de su batalla con Alberto Núñez Feijóo, a una semana de que adquiera todavía mayor impulso, y que llevó a sendos dirigentes a tierras gallegas, separados solo por unos cuantos kilómetros. Mientras el primer espada de Ferraz aterrizaba en la Fiesta de los Socialistas de Galiza, en Oroso (A Coruña), su homólogo al frente del PP acudió a Santiago de Compostela a promover su convocatoria contra la amnistía del próximo domingo en Madrid, consciente de que la conquista de La Moncloa, pese al encargo del rey, la tiene pérdida. De hecho, el mandamás de Génova 13 se volvió a refugiar en el mensaje de que “defenderemos la libertad y la igualdad de los españoles aunque nos cueste la Presidencia del Gobierno”.

Sánchez se comprometió a “buscar votos hasta debajo de las piedras” para impulsar medidas que mejoren la vida de la gente, dejando claro que su formación cumple la Constitución “de la A a la Z” y sonrojado por el “desparpajo” del líder de la oposición cuando sostiene que es el PSOE quien quebrará la Carta Magna siendo el PP quien lleva cinco años incumpliendo el mandato de renovar al órgano de gobierno de los jueces. A Feijóo se dirigió directamente espetándole que, si la investidura fuera un partido de fútbol, ya le hubiesen sacado la “tarjeta roja por pérdida deliberada de tiempo”. Más aún después de su “último dislate”: una marcha “convocada por indicación del señor Aznar cuyo único objetivo es manifestarse contra la investidura del PSOE al grito de España se rompe”. “A ver, señores del PP, España no se rompe, España no se hunde. España bosteza ante la descomunal pérdida de tiempo del señor Feijóo y de sus mentiras. Lo que se rompe es el PP”, valoró Sánchez.

“Feijóo será jefe de la oposición y eso será una magnífica noticia para España. Porque habrá un gobierno progresista que siga revalorizando las pensiones, subiendo el salario mínimo, dignificando las condiciones de los trabajadores y trabajadoras, un gobierno comprometido con el feminismo, ante la emergencia climática, con el avance de derechos y libertades”, esgrimió el líder del PSOE, apoyado en que el pasado 23 de julio “los ciudadanos dijeron alto y claro que no a la propuesta derogatoria del PP y Vox, que salió derrotada”. Sin aludir a los exdirigentes críticos con la estrategia de Ferraz ni a las demandas de las formaciones soberanistas, Sánchez personalizó todo su discurso en Feijóo y lamentó, con ironía, que “la sensación que tenemos en el resto de España, fuera de Galicia, es que nos habéis dado gato por liebre, porque pensábamos que daba para más el señor Feijóo”. Dicho esto, y tras afearle que trate de ocultar sus pactos con Vox, censuró al líder del PP por el hecho de que el PSOE habla con el partido de Carles Puigdemont. “Y nos acabamos de enterar esta misma semana que ellos mismos han estado hablando con Junts, pero a escondidas”. “Nosotros no damos carnés de constitucionalistas”, añadió, cargando contra la táctica desde Génova toda vez que tienen la contienda en el sumidero. “Lo que se oculta detrás de todo ese ruido, de todos esos insultos, de toda esa cascada de improperios. Lo que se esconde es el único punto del programa del PP y Vox, que es que no gobierne el PSOE y por eso se manifiestan”, apostilló en alusión a la escenografía de una reedición de la instantánea de Colón.

El encaje de la amnistía

Lo de cómo enhebrar la amnistía y hacer concienciación social de sus beneficios es la tarea que esconde en su carpeta a la espera de que le llegue el turno de poder plasmar su investidura. Algunas fuentes apuntan a que desde Moncloa se busca una fórmula de la ley condicionada para Puigdemont, de tal manera que entre las opciones con las que trabaja el Gobierno del Estado estaría la de que el líder de Junts pudiera regresar a Catalunya, su principal anhelo, sin entrar en la cárcel, pero que estuviera un tiempo inhabilitado. Más allá de una normativa que alcanzaría a un millar largo de personas represaliadas por el procés.

Frente a las viejas glorias del partido, Sánchez halló ayer domingo un aliado en el secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso, que le insufló oxígeno tratando de cerrar filas: “Todos y cada uno de nosotros somos felipistas, guerristas, zapateristas, pedristas, pero sobre todo somos socialistas. Es lo que somos. Por eso, Pedro, haz lo que tengas que hacer. En nombre de lo mejor de este país, de esta sociedad que tiene toda la esperanza puesta en ti”.

Feijóo, mientras, se agarra al lema que ondeará en el evento dominical en puertas, pasando de soslayo por su debate de investidura 48 horas después. “Yo aspiro a presidir un Gobierno de todos los españoles y no de una élite política concreta” como prevé hacer –aventuró– Sánchez, quien, a su parecer, está “sometido a un chantaje”. El líder del PP presumió de liderar un “partido de Estado” que defiende las normas y a sus ciudadanos pese a que “nunca en 45 años hemos tenido que defender con tanto énfasis un principio básico y fundamental que diferencia la democracia de las dictaduras, que es la igualdad de todos los ciudadanos y en consecuencia de todos los españoles”. En consonancia con el alegato que hizo Aznar, ahondó en que “la Constitución está en riesgo exclusivamente por la conveniencia personal de Sánchez y de nadie más”, pues hace que se formulen cuestiones tales como que por qué una “democracia madura como la nuestra ha podido haber llegado a este nivel de degradación política y moral”.

El dirigente conservador evocó que Esquerra “ya dictó lo que se tenía que hacer con los indultos y la sedición” y afeó a Sánchez “haber hecho campaña para que Arnaldo Otegi tenga opciones de ser lehendakari y no porque haya pedido perdón a las víctimas de los crímenes de ETA”. Durante su intervención, describió una especie de trance de complejidad política ante el que en su partido “no nos vamos a callar” porque desde el PP sus integrantes consideran que “la justicia no puede hacer distinción entre los ciudadanos” en tanto que “ningún ciudadano vale menos que otro, un político independentista no puede valer más que uno que no lo es”.

En este contexto, invitó a acudir a la concentración a los díscolos del PSOE y a quienes han sido expulsados de esa formación –el último de ellos, Nicolás Redondo– por distanciarse de “la doctrina” que impera en las filas socialistas donde, dice Feijóo, quieren “arrinconar a todos los que no le dan la razón” a Sánchez. “Expulsan a sus militantes, expulsan a sus dirigentes. Les expulsan por defender la Constitución, les expulsan de un Partido Socialista que ya no lo es porque se ha convertido en partido elitista”, bramó. “En el partido sanchista han perdido las elecciones, han perdido la calle y están a punto de perder sus idearios”, soltó Feijóo, que se olvidó de lo principal. Lo que no ha perdido Sánchez es la posibilidad de tejer un Gobierno. La que, hoy, el PP no tiene.

La fotografía pendiente

Cuando fracase en su investidura, moverá ficha Sánchez y esta vez la fotografía, de la que todo el mundo está pendiente, es la que pueda hacerse con Puigdemont, una vez que el líder de Junts se ha visto ya con Yolanda Díaz y Andoni Ortuzar. No en vano, es la que estaría ansiando el president en el exilio, con libre acceso al Parlamento Europeo. Y dado que el socialista ejerce de presidente de turno de la UE, tampoco sería extraño que coincidieran en algún momento en la Eurocámara. El destino.

19/09/2023