Pedro Sánchez será el segundo en intentar golpear la pelota en la portería de la investidura tras el intento de Alberto Núñez Feijóo pero se muestra plenamente confiado en que, después de que el líder del PP falle el tiro, él marcará aunque sea de forma ajustada al palo. De este modo, además de asegurar que se producirá un acuerdo para su investidura, el socialista añadió ayer lunes que la próxima legislatura será la que “deje atrás definitivamente” el conflicto que se vivió en Catalunya en 2017 con el procés.
En una intervención en el Ateneo de Madrid, en la que estuvo arropado por una docena de sus ministros, Sánchez afirmó que “es el momento de la política” y de “pasar página”, así como de aprender de los errores del pasado y volver a la vía que nunca se debió abandonar, es decir, seguir avanzando en la convivencia. Cargó además contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y le acusó de llevar a cabo un intento de investidura “inútil” para prorrogar su cargo como presidente de los populares, tras no alcanzar las expectativas generadas en las pasadas elecciones generales.
En esta línea, Sánchez defendió las políticas que llevó a cabo sobre Catalunya en la pasada legislatura al señalar que fueron “valientes y arriesgadas”, y en algunos casos “incomprendidas” por la sociedad española. En todo caso considera que han sido “plenamente constitucionales” y que además “han funcionado”. Se mostró por ello partidario de insistir en la misma vía.
Sánchez da por hecho que volverá a formar Gobierno y que la legislatura durará cuatro años. Así, confía en un acuerdo con otros partidos que, a su juicio, “se puede, se debe y se va a realizar”, indicó. Agradeció a las formaciones que han mostrado voluntad de entenderse con el PSOE y admitió que aunque hay muchas cosas que les separan, también hay otras tantas que les unen.
Se refirió por ejemplo a la convicción de que el Estado español puede crecer con justicia social y que el diálogo es más eficaz que el enfrentamiento. Para Pedro Sánchez, cuando hay voluntad de entenderse, la pluralidad puede significar prosperidad, avance y también estabilidad. Además, indicó que cuando España “no está enfrascada en conflictos internos” es una voz respetada en el exterior y puede liderar debates en todos los temas clave.
Vox, en las antípodas
El secretario general del PSOE pidió además darle continuidad a este mandato “sin dilación” en cuanto pase este tiempo “inútil” que el líder del PP tiene hasta la sesión de investidura de los días 26 y 27 de septiembre. Criticó por ello que Feijóo haya decidido “entretener” a la sociedad intentando sacar adelante su investidura, pues “no le dan los números”.
En lo que a él le concierne, aseguró que intentará con todas sus fuerzas hacer posible el acuerdo para un nuevo Gobierno y confirmó que, cuando Feijóo se estrelle, solicitará el respaldo del Congreso de los Diputados cuando el rey le haga el correspondiente encargo.
Pedro Sánchez insistió en que el PP no tiene los votos necesarios para sacar adelante la investidura de Feijóo y además su “socio exclusivo”, como denominó a Vox, se encuentra “en las antípodas” de lo que es hoy España, un país descentralizado, abierto, moderno, feminista y europeísta, aseveró.
Excentricidad
El jefe del Ejecutivo en funciones también cargó contra la propuesta de acordar una legislatura de dos años que Feijóo le trasladó la semana pasada, en la reunión que ambos mantuvieron en el marco de la ronda de contactos que el líder popular está realizando antes de su sesión de investidura.
Sánchez lo calificó de “excentricidad” y dejó claro que el mandato constitucional no puede dividirse en dos “como si fuera una tarta”. Criticó de nuevo con dureza a Feijóo al calificar su intento de investidura como “la obstinación y la ambición de una sola persona” que, según él, está “más preocupada en mantener su puesto en su partido que en hacer algo útil por los ciudadanos”.
Retos
Empleo. Pedro Sánchez admitió que sigue habiendo precios elevados, un problema crónico de acceso a la vivienda y dificultades para encontrar un empleo de calidad. “España no es una arcadia feliz, sigue habiendo mucho trabajo por hacer”, advirtió.
Economía. En cuanto a las prioridades que tendría su nuevo Gobierno si es investido presidente, empezó por la modernización de la economía y la consolidación de los sistemas formativos para que ofrezcan oportunidades de trabajo a los jóvenes.
Cambio climático. En segundo lugar, abogó por seguir implantando la transformación ecológica para mitigar los efectos del cambio climático, más aún después de uno de los veranos más secos de la historia.
Sanidad y vivienda. Defendió seguir modernizando y reforzando los servicios públicos para reducir las listas de espera y ampliar la cartera de servicios en el sistema sanitario, así como mejorar las condiciones de los trabajadores y el acceso a la vivienda.
Igualdad. Abogó por volver a poner en marcha el ascensor social y fomentar la meritocracia, y por seguir impulsando la igualdad entre hombres y mujeres y del colectivo LGTBI.
Convivencia. En clave territorial, señaló que es el momento de seguir avanzando en la convivencia y marcó esta legislatura como la que deberá dejar atrás el conflicto en Catalunya.