Desatados. A dentelladas. Peio Etxeberria e Iñaki Artola no se baten en retirada. Eso nunca. La rendición no cabe en el discurso. Ni el blablablá ni las palabras huecas. Ni el resguardo. Ni la tumba abierta. No cabe nada más que mirar el horizonte y contemplar la segunda plaza del Campeonato de Parejas al guiñar los ojos. Kamikazes con un solo objetivo: llegar a 22. ¿Más madera? Un duelo precioso de delanteros que no se arrugan, con carácter y personalidad. Igualdad en casi todos los sentidos, excepto en el marcador. ¿Clave? Las diferencias iniciales: 1-8 para Peio, en vena, y José Javier Zabaleta y una losa gigante sobre Artola y Ander Imaz, quienes perdieron este sábado con las botas puestas. Por entonces, el delantero de Zenotz contaba siete tantos en su cuenta. Temperamento.
Ese descorche fue un abismo entre las dos combinaciones. Peio Etxeberria estuvo soberbio: agresivo y acertado; Artola, después, mostró su catálogo de remates con brío, velocidad y riesgo. Delicatessen. Caviar. Un duelo de pistoleros abatido por una distancia que nunca pudieron franquear los de Baiko.
Artola-Imaz 15
P. Etxeberria-Zabaleta 22
Duración: 69:17 minutos de juego.
Saques: 1 de Peio Etxeberria (tanto 18).
Pelotazos: 529 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 12 de Artola, 2 de Imaz, 11 de Peio Etxeberria y 1 de Zabaleta.
Errores: 6 de Artola, 3 de Imaz y 1 de Peio Etxeberria.
Marcador: 0-1, 0-4, 1-4, 1-8, 4-8, 4-11, 6-11, 6-13, 7-13, 7-14, 9-14, 9-16, 10-16, 10-18, 12-18, 12-20, 14-20, 14-21, 15-21 y 15-22.
Apuestas: Se cantaron posturas de salida de 100 a 70 a favor de Peio Etxeberria-Zabaleta.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimocuarta jornada de la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Labrit de Iruñea. Lleno.
Una parada al txoko de Imaz
En el toma y daca de los puntilleros, incluso, entró Imaz para clavar una parada al txoko estética y buscada, que sirvió para desatascar instantes de zozobra. Y el Labrit bramó. Y la pelota es eso: sea cual sea el resultado, salir del frontón con una sonrisa mayor que con la que se entra.
Ocurre que el 22 tenía una connotación especial: la segunda plaza que da acceso a las semifinales y evitar el peligroso play-off. De ahí que el despliegue tuviera mayor interés. Ninguno se quedó tieso ante la presión.
Zabaleta no dio muestras de dudas con los problemas en el muslo y acabó bien. No cometió ni un solo error, mientras que su compañero apenas tiró una pelota. Con ese balance, meterles mano es una quimera. En la segunda parte fue protagonista un Artola ambicioso. Su zurda: un cañón. Cometió errores a tumba abierta, a contrapelo. Arriesgó. Los azules se manejaron siempre con ventajas: 4-11, 6-13, 9-16, 10-18, 12-20 y 15-22. Lo que bien empieza...