La celebración el pasado sábado en Zumaia de la prueba que inauguró este año el calendario elite y sub-23 puede terminar significando un espejismo en el arranque de temporada, si no se solucionan estos días las dificultades logísticas para poder organizar carreras de ciclismo en las carreteras guipuzcoanas. El problema último viene dado por la ausencia de un seguro específico que cubra la actividad de los motoenlaces, cuya labor resulta indispensable pero no está reconocida como profesión, de ahí que no exista cobertura. Sin embargo, el trasfondo del caso resulta más profundo y atiende, según han relatado a este periódico fuentes conocedoras de la situación, a una supuesta pérdida de efectivos en la sección de Tráfico de la Ertzaintza durante los últimos años.
A la merma natural de agentes (principalmente por motivo de jubilación) que viene sucediéndose se le uniría otra circunstancia: el hecho de que las vacantes generadas no se ocupen con nuevas promociones. Así, el número de personas y vehículos que desde la policía vasca pueden poner a disposición de los organizadores habría menguado en consonancia. Y de este modo los mencionados motoenlaces han visto cómo su peso y sus funciones a la hora de facilitar la organización de una carrera se han multiplicado.
Sin embargo, la creciente relevancia de su labor se ve combinada con la ausencia de un seguro que cubra la actividad, ya que esta no se encuentra tipificada como profesión. Las pólizas con las que se trabaja en el mundillo sí cubren a los propios motoenlaces, pero no sus motos ni el material que transportan en ellas, dentro de un contexto claro de riesgo de accidentes.
El colectivo que realiza este trabajo ya se ha plantado de cara a las carreras que se disputarán este próximo fin de semana en Beasain (cadetes) y Eibar (juveniles): sus integrantes han comunicado a la Federación Guipuzcoana que no acudirán a dichas pruebas. Por el contrario, el sábado por la tarde sí podrá celebrarse la cita del Torneo Euskaldun prevista en Ereño (Bizkaia). Las personas que desempeñan estas funciones en el territorio vecino sí están dispuestas a continuar realizándolas en las condiciones que allí se dan.
Reunión
Este lunes tuvo lugar una reunión en Donostia, convocada por la propia Federación y a la que acudieron organizadores y un representante de la Ertzaintza. Este indicó que el cuerpo policial no puede aportar en Gipuzkoa más agentes y vehículos de los que ya destina, y explicó además que las carreras no serán autorizadas si no hay motoenlaces trabajando en ellas. Así, y toda vez que la alegada escasez de efectivos en el cuerpo policial no se paliará en el corto plazo, la celebración de las citadas pruebas de Beasain (cadetes el sábado) y Eibar (juveniles el domingo) corre serio peligro. Solo puede salir adelante si se halla para los motoenlaces una cobertura que se trabaja a contrarreloj para conseguir, o si se da una rápida maniobra a nivel político-administrativo que les otorgue un estatus laboral reconocido.
Cada carrera suspendida supondrá una pequeña puñalada, independientemente de su categoría y de su nivel. Sin embargo, si hablamos de relevancia pública, conviene recordar que se acerca la Aiztondo Klasika (domingo 12 de marzo), prueba de la Copa de España al igual que el Valenciaga (2 de abril). La cita eibartarra se celebrará la víspera de que arranque la Itzulia, ronda profesional de primer nivel mundial que aparece igualmente en el horizonte de la problemática, ya que incluye dos etapas en suelo guipuzcoano. Además, el caso tampoco debe disociarse del Tour de Francia que comenzará en Bilbao en julio, un acontecimiento que exigirá un importantísimo despliegue policial y que puede dibujar a su vez un contexto adecuado para las reivindicaciones, públicas o más silenciosas.