Pello Bilbao madruga con éxito

Antes de acudir a la otra parte del planeta a competir, a levantar la persiana de la temporada del WorldTour en Australia, Pello Bilbao avisó de sus intenciones en una entrevista que concedió a este periódico. El gernikarra, refractario a la grandilocuencia y al marketing sobre sí mismo, expuso que quería rendir a buen nivel en el Tour Down Under, convertida la cita australiana en el primer objetivo de la campaña.

La actuación de Pello Bilbao enfatizó su figura. Obtuvo el podio por detrás del vencedor, Jay Vine, y de Simon Yates. El vizcaino, además, sumó su primer triunfo del curso en la cuarta jornada de la prueba, cuando resolvió el esprint a tres ante Simon Yates y Jay Vine. “Esta es la mejor manera de empezar el año”, subraya Pello Bilbao.

Valoración positiva

“La verdad es que he terminado muy a gusto. No escondimos cuáles eran nuestros objetivos de cara a la carrera. Al equipo le ha ido muy bien. Hemos ganado dos etapas, una con Bauhaus y otra conmigo y además hemos podido estar en el podio, así que el balance es muy bueno para nosotros. La valoración es positiva”, certifica Pello Bilbao desde Australia.

Fue su primera incursión en las Antípodas. También en escenarios ignotos responde el gernikarra, una garantía bajo cualquier análisis. “Era la primera vez que corría en Australia y para mí ha sido una bonita experiencia. No solo la carrera en sí, los seis de competición. También aprovechamos para hacer entrenamientos de calidad durante el tiempo que hemos estado allí. Además he podido conocer un poco el país y eso también resulta enriquecedor”, expone el vizcaino sobre su periplo en tierras australianas.

Mala suerte en el prólogo

Pello Bilbao buscó la victoria desde el prólogo por las calles de Adelaida. Del estreno quedó la curiosa imagen de la bicicleta empleada por Pello Bilbao, una montura especial con la que trataron de ganar tiempo. Con ese objetivo, dispusieron las manetas del freno abiertas al extremo para obtener una mejor posición aerodinámica ante la imposibilidad de emplear el manillar de triatlón, prohibido por la UCI.

La intención era clara, pero la nítida y decida apuesta la disolvió la lluvia, que convirtió el trazado urbano en una invitación a las caídas y al riesgo. El vizcaino prefirió no arriesgar más de la cuenta por lo resbaladizo del piso. Era una temeridad.

“Lo cierto es que preparamos esta carrera con mucho mimo. De hecho, como se pudo ver también preparamos una bici especial para el prólogo con la idea de ganar en aerodinámica y obtener unos segundos de ventaja, pero la apuesta no nos salió bien porque llovió y no se podía arriesgar. Ahí perdimos tiempo, por la lluvia. Tuvimos mala suerte”, explica Pello Bilbao. Aunque la toma de contacto con el Tour Down Under no fue la deseada, el gernikarra se concentró en la etapa que mejor se adaptaba a sus características.

Gran victoria de etapa

Pello Bilbao no erró el tiro. Resistió y venció. “En la etapa de Corkscrew es cuando más diferencias se hicieron. Estaba muy mentalizado para ese día. Hicimos las cosas muy bien. Era la mejor etapa para mí, para poder competirla. El equipo hizo un trabajo muy bueno y yo pude rematar en el esprint entre los tres. No fallé. Hice un buen esprint y gané”. Esa victoria, la primera del ciclismo vasco en el curso, sirvió a Pello Bilbao para situarse en los puestos nobles de la general. Cerró su participación insertado en el podio.

“No se trata solo del resultado, hay que valorar otras cosas. El funcionamiento del equipo ha sido muy bueno. A la carrera han venido dos ciclistas nuevos y han encajado muy bien. Eso también es muy importante. Se han adaptado muy bien. Hemos tenido una convivencia en total de 20 días y hemos visto que las cosas van por el buen camino”.

Próximos objetivos

Una vez en casa, –“al final se hace largo y quiero volver a estar con mi familia”, apunta Bilbao– el ciclista vizcaino enfocará las próximas carreras con la intención de dar “continuidad a lo logrado en Australia”. En febrero le espera la vuelta a Valencia antes de acudir al UAE Tour, la Strade Bianche y la Milán-San Remo, los siguientes retos que pespuntan en su calendario. A su encuentro acudirá con los deberes hechos en Australia. El de Gernika no se duerme en los laureles. Pello Bilbao madruga.