Pelotas vivas para una final de la Liga Kutxabank de pala muy viva

Actualizado hace 3 minutos

Cinco txapelas de la Liga Kutxabank de pala coronan el palmarés de Iñaki Urrutia en siete campañas en el campo profesional. Este viernes aspira a calarse la sexta en el Bizkaia de Bilbao (18.30 horas). Lo intentará junto a Jagoba Madariaga, paisano y con quien conquistó el Open Bizkaia de 2023 mientras el delantero aún se encontraba en el campo aficionado. "Al principio, el frontón no me gustaba nada; ahora, en cambio, me encanta", reflexiona el zaguero vizcaino, campeón en 2018, 2019, 2020, 2021 y 2023. En el templo bilbaino acumula loas y buen juego.

De hecho, en la presente edición, empezando mal la Liga, lograron reponerse para llegar a la última jornada de la fase de cuartos de final con opciones de colarse directamente en la final. No pudo ser y les tocó pasar el trance de la semifinal ante Necol-Gordon. Arrasaron con un 3-0, "aunque el resultado puede ser un poco engañoso, ya que hubo momentos, como en el segundo joko, que remontamos con un par de tantos de suerte", explica Madariaga, quien agrega que "esperamos una final larga y dura". El caso es que, con una enorme segunda vuelta, la pareja armintzarra desembarca en la final de la Liga bien pertrechados. "Diría que se les podría poner la vitola de favoritos", cuenta Ibai Pérez. 

Maldonado-Alkorta contra Fusto-Ibai Pérez, en la Liga Kutxabank. INNPALA

El sestaoarra une fuerzas con Pablo Fusto, con quien combina con solidez. Exploran terreno conocido. Experimentados y veteranos en estas lides –el argentino acumula más de dos décadas como figura en el campo profesional–, estuvieron en lo más alto del podio en 2014. Llegan con el suspiro de haber evitado la eliminatoria previa y en franca mejoría tras sendos problemas en el tobillo. "Nuestro partido pasa por sacar bien", afirma Pérez, a lo que añade Fusto que "es principal llevar la iniciativa, como siempre".

La experiencia de Madariaga

Será la primera final de Madariaga como profesional, pero el armintzarra suele ser un pelotari que no se arruga. "Mi forma de jugar es disfrutando. Si echo el remate y no me sale, lo vuelvo a intentar", recita. Fusto afirma que "no se le puede calificar como un novato, porque lleva ya un año en el campo profesional".