Los ocho equipos participantes de la Copa del rey de baloncesto calientan motores de cara a los cuatro días que cierran esta semana en el Pavelló Olímpic de Badalona. El domingo se conocerá el ganador de la 87 edición, y el Baskonia busca reverdecer laureles tras inscribir en seis ocasiones su nombre en el palmarés del torneo.
En efecto, hasta en media docena de veces se alzó el título copero. Fue una época dorada que duró tres lustros, desde 1995 hasta 2009. Desde entonces, sequía absoluta. Ni una sola presencia en las finales. Por ello, la expedición baskonista acude a tierras catalanas con la ilusión de volver a tener un papel relevante, e incluso con la convicción de que levantar la copa es de nuevo posible.
En un desayuno informal celebrado esta mañana previo al entrenamiento, Joan Peñarroya ha lanzado un mensaje de optimismo a la afición para acudir a la cita badalonesa y animar al equipo en su afán de llegar lejos en la competición.
Confianza ciega
"Que disfrute del baloncesto, de la Copa y del ambiente. Que pase cuatro días fantásticos. El equipo lo va a dar todo. Ojalá tengamos tres días buenos y volvamos con un gran recuerdo. Si puede ser con un título, sería la hostia", ha manifestado el técnico de Terrassa, campeón de la Copa del rey como jugador en 1996, cuando militaba en las filas del Manresa.
En un alarde de confianza ciega, Peñarroya ha confesado que se ve jugando la final del domingo si sus hombres juegan al nivel que de ellos se espera. El primer esfuerzo que aguarda a los azulgranas es el viernes (21.30 horas) ante el anfitrión Joventut que dirige Carles Durán. Será el último de los cuartos de final, que, en caso de ganar, le enfrentará el sábado a la misma hora al ganador del Tenerife-Gran Canaria, que también se juega en viernes.
En la otra parte del cuadro, se jugarán el jueves los partidos Real Madrid-Valencia y Barcelona-Unicaja Málaga. La gran final se disputará el domingo a partir de las 19 horas.