El movimiento de pensionistas de Euskal Herria ha llamado a manifestarse el próximo 19 de noviembre en Gasteiz, Bilbao, Donostia e Iruñea, para, entre otras reivindicaciones, exigir una pensión mínima de 1.080 euros.
Delante del Ayuntamiento de Bilbao, desde donde hace casi un lustro -el 15 de enero se cumplirán cinco años- se reúnen todos los lunes los pensionistas, hoy se han concentrado unas cincuenta personas.
Allí han reclamado repartir equitativamente la riqueza generada con el trabajo; recuperar el poder adquisitivo de salarios y pensiones, y revalorizarlos en función del IPC; establecer una pensión mínima en referencia a un salario mínimo interprofesional del 60%; y acabar con la brecha de género en salarios y pensiones.
"Exigimos a los gobiernos de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra que dejen de mirar a otra parte y hagan lo que tengan que hacer para garantizar pensiones públicas dignas, justas y suficientes, y complementen en los presupuestos de 2023 a 1.080 euros la pensión mínima", ha expresado Jesús María Souvies, del movimiento pensionista de Gasteiz.
Durante la convocatoria, algunas personas sostenían carteles rosas que rezaban "Salarios y pensiones con el IPC real y recuperar lo perdido" o "ser pensionista es no llegar a fin de mes".
En las dos grandes pancartas se leían insignias contra la Ley Escrivá y en referencia a su petición de la pensión mínima.