Pamplona – Arrasate se ganó el derecho a renovar su contrato por una campaña más, es decir, hasta junio de 2020, antes incluso de que se concretara el ascenso directo de Osasuna, aunque en un momento en el que lo tenía a tiro de piedra y, en un fenomenal retorno a la máxima categoría, el conjunto navarro consiguió la permanencia con gran holgura. Eso sí, ocurrió en una campaña atípica, en la que los rojillos se tuvieron que reponer primero de la grave lesión de rodilla de Chimy Ávila a mitad de campaña, cuando el argentino era el máximo artillero del equipo con 9 dianas en 20 partidos –anotó 2 más en otros tantos encuentros de Copa– y en el que después tuvieron que finiquitar su salvación en un apretado tramo final de Liga que se resolvió a mitad de julio por culpa de la pandemia de covid-19. La competición estuvo detenida entre marzo y junio por el coronavirus y, cuando se reanudó, sin público en las gradas, Osasuna supo gestionar su ventaja con respecto a las plazas de descenso merced a la aportación de un bloque consolidado y de los goles de Enric Gallego, Jose Arnaiz y Toni Lato, todos ellos incorporados en el mercado de invierno.
Temporada 2019-2020