La poca oferta de pisos en alquiler hace que los precios de arrendamiento sean altos en Vitoria. "Es difícil encontrar una vivienda por debajo de los 700-750 euros", apunta el promotor inmobiliario Carlos Fernández de Nograro.
Paradójicamente, sobran en el mercado locales vacíos en los bajos de los edificios. En los barrios más cercanos al centro debido al goteo de cierres de bares y comercios. En los distritos de nueva construcción más alejados debido a que nunca han llegado a tener actividad. Esta situación le lleva al promotor a poner de nuevo sobre la mesa la idea de permitir el uso residencial de los bajos comerciales allá donde puedan acondicionar para su habitabilidad, como Salburua y Zabalgana.