La cuenta atrás ya está en marcha. Dav’Kingston & Kultura Reggae Band publicará en todas las plataformas digitales el próximo 11 de mayo un disco muy esperado tanto por la formación gasteiztarra como por sus seguidores , también habrá formato físico, que saldrá un poco más adelante. Grabado entre tierras alavesas y africanas, con alguna que otra aportación llegada desde el otro lado del Bidasoa, Djidjah espera a que llegue su momento.
Eso sí, ya a mediados de abril, el público va a poder disfrutar de un adelanto que el grupo liderado por Davy Kingston ha querido cuidar con especial atención. El 14 se lanzará la canción y el vídeoclip, que también cruza fronteras, pues ha sido rodado entre Vitoria, Alegría y la costa africana. Este primer sencillo será una versión muy particular, siguiendo el camino del reggae, del No dudaría de Antonio Flores.
“Cuando llegué aquí en 2007, no sabía castellano pero cuando escuché No dudaría, noté lo que quería decir, la sentí. Con el tiempo me di cuenta de que la reflexión era muy cercana a los mensajes rasta, porque se habla de la no violencia, de la paz, de ese remordimiento de lo que hemos hecho de este mundo. Es un tema que entra en el espíritu rasta, solo que cantado por un señor que no es rasta”, apunta el cantante.
Como siempre le gustó esa composición, “también la versión que hizo su hermana” Rosario Flores, “en este disco quería rendir un homenaje a la canción y a Antonio Flores. No es un tema mío, pero lo he transmitido como lo siento. Antes de presentar nuestra creatividad queremos hacer este reconocimiento” cuyos coros, por ejemplo, se han registrado en África.
De hecho, las once canciones se han grabado entre Gasteiz y África. “En este disco hay músicos de continentes diferentes pero todo va a sonar como uno, como si hubieran estado todos tocando en el mismo lugar y al mismo tiempo. Es fusión de procedencias. Es un reto que yo también quería afrontar”.
También en euskera
Djidjah significa perseverancia en mandingá, uno de los idiomas que se utilizan en los temas de este disco. Se canta también en castellano, inglés, francés y, por primera vez en el caso de la banda, en euskera. “Va a ser una sorpresa para el público, lo sé. Me ha costado. De hecho, ha sido la última canción del álbum que se ha terminado. Pero ha sido muy divertido. Yo soy perseverante, cuando quiero algo, no hay freno. En la vida no hay nada imposible cuando hay voluntad. Es una canción que para mí también es un agradecimiento a esta tierra. En Vitoria estoy en mi casa. No puedo hablar euskera pero quería cantar para decir eskerrik asko”.
A partir de ahí, en el resto del trabajo se va del reggae tradicional hasta el más moderno. “Es nuestra manera, una expresión de cómo sentimos”. Es la forma de hablar de distintas temáticas, la mayor parte de ellas con un importante calado social. “Hablamos del día a día”, de cómo es el camino, por ejemplo, de un niño que no tiene nada, que crece con dolor, que “no quiere que nunca más que le falte un pan en la mesa a su papá y su mamá. La gran mayoría de la población vive cada día con esta preocupación sobre si va a poder comer”.
Entre otras composiciones está además Fatima, “una canción que es un canto de reconocimiento a todas las mujeres” o Mi grano de arena, “que habla de lo mal que está el mundo hoy. Quiero hablar de cómo añadir mi grano de arena a la lucha contra las desigualdades en la vida: el racismo, el calentamiento global, la pobreza, los niños soldados, la violencia de género… Poco a poco podríamos mejorar si cada uno aportase. Los rastas, por lo menos, no vamos a parar de cantar y aportar esperanza”.
Así se recoge en un trabajo que se presentará en directo en la capital alavesa el próximo 4 de junio. “Vamos a contar con muchos invitados, entre otras cosas porque queremos contar con los músicos que han pasado por el proyecto desde que empezamos en 2015. Será una gran celebración”.