Petronor prevé levantar el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) antes de su finalización el 31 de diciembre. Lo hará cuando mejore el mercado del gasóleo, que es el principal producto de la refinería de Muskiz, previsiblemente después del verano.
Fuentes de la compañía explicaron ayer a DEIA alguna de las claves del conflicto laboral abierto por la presentación del ERTE. El expediente se puso en marcha sin acuerdo con el comité y ha enrarecido las relaciones de la dirección con los representantes de los trabajadores justo a las puertas de la renovación del convenio colectivo.
Tras un año de bajos ritmos de producción por el impacto de las restricciones de la pandemia, Petronor presentó un expediente temporal para algo más de un tercio de su plantilla a finales de marzo de este año. En aquel momento estimaba que el cuello de botella del virus iba a condicionar el mercado durante todo el año.
Sin embargo, la situación ha cambiado. La destilación de gasolina ha vuelto a ser rentable y se espera que la del gasóleo alcance ese escenario "en unos meses". La compañía analiza constantemente las variables del sector y en el momento en el que la demanda y los márgenes lo permitan los trabajadores en ERTE volverán a sus puestos.
Ya se sabe que no será en agosto, pero no se descarta que sea en septiembre. En cualquier caso, los empleados saldrían del expediente un mes antes de reactivar la refinería para garantizar la seguridad del proceso. Desde el estallido de la pandemia, Petronor trabaja en torno a un 60% de su capacidad y conectar de nuevo las unidades paradas requiere su tiempo.
Después de varios meses de protestas, el fin del ERTE devolverá la paz social a la refinería y generará un nuevo escenario para la negociación del convenio, aparcado primero por las elecciones sindicales y después por las diferencias en torno a la regulación temporal de empleo.
La compañía ha matizado esta mañana el impacto del ERTE. El personal afectado asciende a 360 personas de una plantilla que ronda los 950 trabajadores. Además, se han establecido turnos que en algunos casos suponen un día de expediente al mes. De modo que, siempre según explica Petronor, el conjunto del ERTE equivale a la suspensión de empleo de 40 personas durante un año. En cualquier caso hay 16 trabajadores en su casa desde principios de mayo, el personal de las unidades que están paradas.
La dirección planteó durante la negociación complementar su salario hasta el 85%, limitar el ERTE a un máximo de seis meses y levantarlo a finales de septiembre. Es en esencia el esquema que se ha planteado en otras refinerías de Repsol en el Estado, Puerto Llano (Cádiz) y A Coruña, pero en Muskiz no ha sido posible el acuerdo.
Petronor cerró 2020 con unas pérdidas de 140 millones de euros en un contexto marcado por las limitaciones de movilidad y un menor gasto de los hogares en combustible. Su esquema de producción es, en la situación actual, su principal lastre porque un 60% del crudo que entra en la refinería se destila como gasóleo y solo un 20% tiene como destino motorizaciones de gasolina. Las unidades de hidrógeno, de coque y una planta de cogeneración completan el cuadro de producción.
Con casi la mitad de la empresa parada, Petronor considera que no había otra alternativa que la presentación del ERTE a principios de este año y lamenta no haber conseguido el respaldo del comité de empresa.
Todas las miradas están puestas ahora en la evolución del mercado del diésel dentro y fuera del Estado. Un 65% de la producción de la refinería se vende en el mercado español y el resto se exporta. El canal de comercialización está muy diversificado y alcanzar el equilibrio de rentabilidad pasa por una reactivación de las ventas en ambos frentes. Ahí es donde buscan señales los analistas de Petronor y lo que ya se sabe es que las estrecheces del mercado van a durar menos de lo inicialmente previsto. El ciclo cambiará antes de diciembre.
Descartado agosto, el botón de las unidades paradas podría pulsarse en septiembre o en octubre. En el peor de los casos, en noviembre. Y la finalización del ERTE se produciría un mes antes de que la llama vuelva a asomar por la chimenea que ahora está apagada.