Hay tradiciones que van evolucionando con el paso de los años y las décadas, pero cuya esencia se mantiene. Entre ellas, la de las celebraciones de cumpleaños, que es cierto que cada vez son más sofisticadas y que incluyen todo tipo de eventos o se celebran en lugares curiosos. Pero más allá de las novedades hay algo que no suele faltar nunca: una tarta.
En ocasiones se realizan en casa por parte de un familiar o de un amigo, o incluso se pueden comprar ya hechas en un supermercado, pero sigue siendo habitual acudir a una pastelería a encargar una tarta a la carta, al gusto de la persona que cumple años, con sus ingredientes favoritos, sin aquellos a los que alguien pueda tener alergia o intolerancia y con una decoración especial.
Esa decoración a veces es temática y personalizada, y así pueden verse tartas del equipo de fútbol favorito del protagonista, de su grupo de música favorito o de su profesión, pero otras veces simplemente se decora el postre con una pequeña frase de felicitación.
Tarta con mensaje de felicitación
Es lo que quiso encargar una mujer cuando acudió a la pastelería, pero un divertido error de comunicación provocó que a la hora de recoger la tarta el mensaje no fuera exactamente el que quería. Así lo ha mostrado su hija, Angélica Piñeros (@angelica_pineros) en su cuenta de TikTok, y ha conseguido ya 275.000 visualizaciones y casi 5.000 likes en la red social china.
“No puedo de la risa. Mi mamá le dijo al de la pastelería que escribiera “feliz cumpleaños” grandote (refiriéndose a letra grande). Resultado”, escribe en el post, acompañando el texto del emoji de una carcajada.
Una palabra de más
Y lo que sucedió lo muestra en un vídeo de apenas diez segundos de duración. La tarta, coronada con unas fresas confitadas, llevaba con letras escritas con chocolate el mensaje que había pedido la madre, pero de forma demasiado literal, con una palabra de más. Es decir, ponía “Feliz cumpleaños grandote”, como si ‘grandote’ fuera un apelativo cariñoso hacia la persona que cumplía años y no una petición de que las letras estuvieran ‘escritas’ en grande para que se pudieran apreciar mejor.
Está claro que cuando se quiere personalizar algo hay que asegurarse de que quien lo debe realizar lo ha entendido a la perfección, porque leyendo los más de cien comentarios que ha recibido el post parece que a muchas personas les han sucedido situaciones similares a la hora de encargar una tarta personalizada.