Piden 25 años de cárcel para un acusado de violar a una prostituta en Irun

La Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa juzgará este miércoles a un hombre acusado de robar y agredir sexualmente a una prostituta en Irun a la que presuntamente violó y arrojó en marcha desde el vehículo que conducía y que quedó tendida en la carretera, completamente desnuda.

La acusación particular, que ejerce la víctima, de origen extranjero, imputa al procesado, de nacionalidad española, un delito de violación, otro de lesiones y un tercero de robo con violencia, por los que reclama que se le impongan 25 años de prisión y que abone a la perjudicada un total de 13.646 euros por las lesiones y las secuelas sufridas, así como por los artículos que le fueron sustraídos.

Por su parte, la Fiscalía solicita quince años de cárcel y que indemnice a la perjudicada con 11.003 euros, incrementados en la cantidad que se determine en función del informe forense de las lesiones.

Según el escrito de acusación provisional de la acusación particular, al que ha tenido acceso EFE, los hechos se remontan a las 21.00 horas del 12 de septiembre de 2019, cuando la mujer, de procedencia extranjera, se encontraba ejerciendo la prostitución en la zona de Behobia, donde se le acercó el acusado que acordó un "servicio sexual" a cambio de 40 euros, tras lo que el inculpado, de nacionalidad española, fue a buscar su furgoneta a la que la chica subió "de manera voluntaria".

La joven indicó entonces a su cliente que acudiera a una zona de aparcamiento de camiones, si bien al llegar allí el varón no se detuvo y siguió conduciendo en dirección a Navarra durante unos quince minutos, lo que "asustó" a la víctima, quien preguntó a dónde iban "sin obtener ninguna respuesta".

En un momento dado, el procesado salió de la carretera principal y condujo hasta una "zona aislada" donde ambos bajaron del vehículo y, esgrimiendo una navaja, presuntamente ordenó a la chica que "se quitara toda la ropa" con el fin de mantener relaciones sexuales.

A continuación, le exigió que le practicara una felación y en el instante en el que ella, "asustada", tomaba un preservativo de su bolso, le dijo que "no iba a usarlo", tras lo que supuestamente la agarró por el cuello "sujetándola fuertemente" y la violó penetrándola sin su consentimiento y "en contra de su voluntad", hasta que finalmente ella "logró quitárselo de encima".

El documento aclara que el hombre "enfadado" lanzó entonces la ropa de la chica al interior de la furgoneta, condujo a la mujer nuevamente al vehículo y emprendió camino hacia Irun mientras, enseñándole la navaja de modo "amenazante", le exigía que le devolviera los 40 euros que le había entregado previamente, así como el resto de dinero (cien euros) que tenía.

El procesado, que mientras conducía presuntamente realizaba "tocamientos libidinosos" a la víctima sobre su cuerpo "desnudo", le espetó: "o me das el bolso o te mato". Amenaza ante la que la mujer le entregó este artículo, aunque en él portaba "su documentación, ropa, calzado y su teléfono móvil".

Poco después, mientras la furgoneta aún estaba "en marcha", el conductor abrió la puerta del copiloto y, después de "un pequeño forcejeo" en el que la chica justo alcanzó a coger "una camiseta", supuestamente la empujó "fuera", tras lo que ella rodó "por el asfalto", donde quedó "tirada, herida, golpeada, desconcertada y completamente desnuda", si bien aún "pudo retener la matrícula" en su memoria.

No obstante, al ver que el vehículo del presunto agresor regresaba, la chica que ya estaba siendo atendida por la conductora de otro coche que acudió en su auxilio, se refugió en el automóvil de esta mujer, quien la llevó nuevamente a la zona de Behobia.

Finalmente, al ver que el acusado se encontraba allí "aparcado, esperando", ambas optaron por desviarse hacia otro punto de la localidad fronteriza.