Bizkaia

Piden justicia para las víctimas de la batalla de Matxitxako

Juan Azkarate, con bastón, es el último superviviente de la batalla de Matxitxako.

Portugalete acogió ayer los actos de conmemoración del 85 aniversario de la batalla del Cabo Matxitxako en el que se ha rendido homenaje a las víctimas y se ha recordado a la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi.

Al acto, que contó con la presencia de Juan Azkarate, último superviviente de la batalla, asistieron el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka y la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, entre otras autoridades locales. Durante el homenaje, Juan Azkarate y el alcalde de la localidad vizcaina, Mikel Torres, descubrieron una placa en recuerdo de la Marina vasca en la que fue su sede, el actual Hotel Portugalete.

La directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, señaló que "rescatar la memoria democrática es recordar el sufrimiento injustamente padecido" y también "recordar el esfuerzo por construir y defender, aun en las peores circunstancias, una sociedad basada en la defensa de los derechos humanos, la paz y la libertad".

Consideró que "humanizar al adversario fue, es y será el mejor antídoto contra la guerra y la violencia" y señaló que en la actualidad se puede constatar, con "la cruenta guerra" de Ucrania, "lo vulnerable que es la paz" y "con qué facilidad se rompe la democracia".

Por su parte, el alcalde de Portugalete destacó la necesidad de "cultivar" la memoria porque "el olvido crece solo y muy rápido" y ha abogado por construir esa memoria "sobre el respecto a los derechos y el rechazo a su vulneración".

El presidente de Matxitxako Elkartea, Xabier Olabeaga, señaló que la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi estaba compuesta por voluntarios de Euskadi, "y también de otros lugares", de diferentes ideologías "unidos por la dignidad de las personas libres y demócratas" y "dispuestas a morir por la paz". Destacó que 62 miembros de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi, creada en 1936, resultaron muertos, otros 70 fueron hechos prisioneros y "unos 300 tuvieron que exiliarse". Olabeaga indicó que los marinos a los que se homenajeaba "se alistaron voluntariamente a una guerra que no querían" porque "ellos querían la paz" y resaltó que "sabemos lo que es la guerra: muerte, horror, dolor, miseria, por eso hoy podemos decir muy alto no a la guerra".

06/03/2022