Pilar Garrido: “Si no hubiera sido por nosotras, el PSOE no habría aprobado tantas leyes progresistas”

Las encuestas no están siendo muy favorables para Sumar en Euskadi. ¿Le preocupa?

—Las encuestas, la verdad es que las hay para todos los gustos porque nos hemos estado levantando todos los días con dos o tres. En todo caso, las encuestas, encuestas son y lo que hay que hacer es seguir trabajando y explicando durante estos días que nos quedan nuestro proyecto, y decir a la gente que las elecciones del 23 de julio son muy importantes en la vida de la gente.

Más allá de los sondeos, supongo que contemplan el riesgo de que parte del voto vaya al PSE y otra parte, a EH Bildu.

—Pues no sé. Realmente, hay mucho indeciso, y yo también espero quedarnos con voto tanto de Bildu como del PNV por el voto dual que se da en las Generales. Y también muchos socialistas dudando y yo espero que se decidan por apoyar a Yolanda Díaz y a Sumar.

Usted es la Secretaria general de Podemos en Euskadi. ¿Se siente a gusto en Sumar, teniendo en cuenta cómo fueron las negociaciones para la coalición?

—Sí, yo siempre he apoyado, no ahora, desde hace bastante tiempo, la unidad como la única y la mejor manera de ir a la contienda general. Lo hice en Euskadi con el Elkarrekin, que es nuestra marca aquí, y siempre he trabajado para que eso mismo sucediera a nivel estatal.

¿Cree que habrá simpatizantes de Podemos que no voten a Sumar por el trato que se ha dado a Irene Montero y a otras figuras destacadas de su partido?

—Bueno, siempre en los partidos políticos, los simpatizantes y los votantes, a veces van y a veces vienen, pero en todo caso, yo creo que en forma mayoritaria los militantes y simpatizantes de Podemos saben que en estas elecciones generales nos jugamos mucho, nos jugamos tener un gobierno de coalición progresista. Yo creo que esto está en la cabeza de la militancia y que va a actuar con responsabilidad.

¿Y la dirección de Podemos se está implicando?

—Yo creo que las direcciones de Podemos y la militancia también están empujando, están trabajando para conseguir ese gobierno de coalición. Como digo, al final, el objetivo es ser un instrumento de transformación social y estar en ese gobierno fuerte para poder tomarlas medidas que son tan necesarias. Y creo que ahí mi partido va a estar y está empujando.

¿Podemos quedará o será Sumar la marca que quede?

—Ufff... Eso ahora mismo está muy lejos. Estamos centrados en trabajar por un gobierno progresista. Lo que venga después, vendrá después.

¿Confían en tener la representación suficiente para volver a formar gobierno con el PSOE?

—Sí, yo no concibo otra opción. En estas elecciones no solo elegimos un Congreso o un Senado. Elegimos quién va a gobernar nuestras vidas y hay dos opciones: una que es la extrema derecha, Feijoó y Abascal, esa vuelta a tiempos oscuros, meternos en ese túnel del tiempo, y por otro lado, está el gobierno de coalición progresista, de izquierdas, que espero que sea un gobierno que apruebe las medidas que necesita este país y para eso Sumar tiene que tener una fuerza importante y representación y tiene que estar liderado por Yolanda.

Me decía ayer Patxi López que espera que hayan aprendido la lección y que no vuelvan a tensar las relaciones como se hizo en la anterior legislatura

—(Se ríe) Bueno... Si hubiera sido por el PSOE, no habría hecho ni la reforma de las pensiones, ni hubiera sacado la ley de vivienda ni hubiera subido el SMI, que también decía en el Consejo de ministros que iba a hacer daño a la economía. De alguna manera, ha sido necesario el ruido que hemos hecho para que al PSOE no le temblaran las piernas.

¿No hay nada por lo que deban hacer autocrítica? La comunicación les ha fallado a veces.

—Tal vez la comunicación, el ruido, los ataques mediáticos… pues bueno, hayan empañado un poco todos los muchos logros. Quizás se podía haber hecho de una manera más tranquila. Ojalá que sí. Ojalá se pueda hacer en este gobierno de coalición de otra manera. También espero que el PSOE haya aprendido la lección de que impulsemos medidas que no les gusten demasiado a los poderes económicos. Al final viene Europa y te da una palmadita, como ha pasado con el tope del gas, con la reforma de las pensiones o la reforma laboral.

¿Sigue pensando que no había que tocar una coma de la ley del Solo sí es sí?

—Yo creo que la ley del Solo sí es sí es una muy buena ley. Creo que ha sido utilizada vilmente por la extrema derecha.

Pero no solo por la extrema derecha. Formaciones nada sospechosas también han señalado sus fallos.

—Es verdad que en ese sentido se abrió un debate, y por eso, desde el minuto uno nosotras fuimos las primeras que dijimos que había que modificar la ley. Eso quizás ha quedado, digamos, sepultado en un montón de noticias, pero desde luego, quien desde el minuto uno puso propuestas encima de la mesa porque vimos que había, digamos, preocupación en la población, fuimos nosotras. Hicimos varias propuestas. ¿Por qué el partido Socialista le compró el marco a la extrema derecha? Pues tendrías que preguntárselo a ellos. Pero fue un error porque había una mayoría en la cámara que hizo esfuerzos por tener otra reforma técnica, pero los socialistas prefirieron ir con la derecha.

Mirando de nuevo hacia adelante. Si dan los números para repetir gobierno, ¿con qué otras fuerzas cuentan?

—Es necesario tejer un bloque de investidura con otras fuerzas políticas que han ido acompañándonos. La mayoría de las medidas que Unidas Podemos puso encima de la mesa han sido apoyadas o acompañadas en muchos casos por fuerzas políticas diversas, entre ellas, las vascas. Tanto EH Bildu como PNV han apoyado la mayoría de esas medidas que Unidas Podemos ha impulsado. Incluso, a veces, antes que el Partido Socialista, y nos han ayudado a convencer al PSOE.

¿Le resulta incómodo el PNV en esa mayoría de progreso?

—No, para nada. Tenemos muchas diferencias con el PNV, sobre todo, en lo que se refiere al modelo económico. Pero luego, es verdad que en otras muchas cuestiones hemos llegado a acuerdos y el PNV ha apoyado con su voto las medidas que ha puesto Unidad Podemos y yo se lo agradezco y creo que ese es el camino. Así que ninguna incomodidad.

Pongámonos en los que ustedes contemplan como peores escenarios. ¿Sería lo mismo un gobierno de PP solo que con Vox?

—Yo creo que para la ciudadanía vasca sería muy mala noticia que gobernara la derecha, la derecha extrema, derecha… Hemos visto durante esta legislatura cómo el Partido Popular se ha tirado al monte. Cómo ha actuado y sigue actuando de una manera totalmente deshonesta, con mentiras, con el único objetivo de arribar al gobierno. Y además, desgraciadamente, lo digo con conocimiento de causa porque lo he visto en directo, asume los marcos de la extrema derecha, con lo cual está en peligro la vida de los vascos y las vascas en el sentido de que vamos a tener vidas peores. Si Feijóo gobierna vamos a ir hacia atrás, vamos a hablar de recesión económica y también de recentralización y de pérdida de la autonomía y el autogobierno… con lo cual, en todo caso, creo que es muy mala noticia para las vascas.

¿Creen que el PSOE, si no le dan los números, puede tener la tentación de abstenerse para que gobierne Feijóo y no dependa de Vox?

—Esa es una duda que yo tengo y seguramente la tendrán muchos y muchas socialistas de corazón. Creo que algunos líderes suyos, viejos líderes, ya lo han avanzado y creo que va a haber una presión de los poderes económicos para que eso suceda. Y también sabemos por experiencia que el Partido Socialista resiste mal las presiones. Entonces, yo lo único que espero es que los socialistas no tengan que volver a ir a Ferraz, como dijeron “¡Con Rivera no!” y ahora a gritar “¡Con Feijóo no!”. Por eso digo que es tan importante para que exista ese gobierno de coalición, que Sumar esté fuerte, porque va a condicionar y va a coger de la mano al partido Socialista para que tome la buena dirección. l