Pilar Garrido afirma que está tranquila a pesar de lo ocurrido durante la votación de ayer. Considera que el enfado de PP y Vox que llevarán la votación al Constitucional, es principalmente "ruido" y que a pesar del escándalo, "no hay recorrido". La diputada de Unidas Podemos subraya que "lo que se vota se vota y que la reforma va a seguir vigente".
En su opinión ha habido mucho "tacticismo" y dice que se vio claramente ayer durante la votación y esos segundos en los que la reforma parecía derogada. "Hay una imagen clara cuando por unos segundos se derogó la reforma, las caras que yo tenía a mi lado....es muy fácil hacer tacticismo cuando piensas que se va a aprobar", afirma.
Reconoce que la reforma laboral ha dejado heridas pero asegura que "el tiempo todo lo cura". Entiende que EH Bildu no haya entrado a negociar porque asegura, es "rehén del sindicalismo nacionalista". Respecto al PNV y su exigencia sobre los convenios autonómicos, defiende la negociación de Yolanda Díaz y afirma que sí había un acuerdo encima de la mesa pero que la otra parte del Gobierno no quería firmarlo. "Les da miedo que Yolanda vuele alto", asegura y remarca que "esto ha estado siempre encima de la mesa, es politiqueo". Critica que el presdiente Pedro Sánchez haya jugado otra vez a la geometría variable. "Habría que preguntarle por qué, si teme que Yolanda vuele alto", insiste.
Respecto a los convenios autonómicos recuerda que ya hay un acuerdo de 2017 que protege esa prevalencia pero reconoce que a Podemos le hubiera gustado que estuviera expreso y recogido textualmente. "Ese era el empeño del PNV con el que estábamos de acuerdo. Hubo posibilidad de acuerdo encima de la mesa pero Moncloa no ratificó", explica. Pero de la misma forma considera que el PNV debería haber votado a favor de la reforma "quizás con puñetazo en la mesa y un me cago en Dios del señor Esteban en tribuna pero debería haberse comido el sapo", subraya.