La estrategia diseñada por el Gobierno español para reducir el consumo energético de cara al próximo invierno, tal y como exige Bruselas a todos sus Estados miembros ante la la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania, ha recibido hoy martes luz verde en el Consejo de Ministros.
Este plan de contingencia energética marca una serie de recomendaciones, y no obligaciones, para facilitar el ahorro y la eficiencia energética, aunque en ningún caso se contemplarán cortes en el suministro, como ha insistido el propio Ejecutivo de Pedro Sánchez. El ahorro de gas natural que recogerá este plan para el Estado español será algo inferior al previsto en el compromiso inicial con Bruselas, que era del 7%, quedándose en un 6,4%.
Se trata de un plan diseñado para una nueva etapa en el ámbito de la energía en la UE y acelerará un cambio de modelo energético basado en la las renovables, la electrificación de la economía, el ahorro y la eficiencia.
Entre otros aspectos, el borrador del plan recoge una revisión técnica del reglamento de alumbrado exterior, aunque no establece ningún tipo de limite, sólo recomendaciones, al uso de luces de Navidad por parte de las Administraciones locales. Al respecto se instará a los consistorios a sustituir las bombillas incandescentes por LED.
Además, contempla introducir nueva información explicativa en la factura de la luz, concretamente el consumo medio registrado en el mismo código postal, una novedad con la que se pretende incentivar el ahorro mediante la comparación con los consumidores vecinos.
De cara a los hogares, se instará a priorizar la ducha sobre el baño y a no usar agua caliente a más de 30 o 35 grados. El plan hará hincapié en suprimir el 'stand by' de los electrodoméstico y recomendará apagar los aparatos que más consumen, como la nevera, en periodos prolongados de ausencia en el domicilio. Asimismo, aconsejará planificar el encendido de las luces y la calefacción.
Estas nuevas medidas se sumarán a las que ya se aprobaron a principios de agosto para fomentar el ahorro y la eficiencia energética, como la limitación de la temperatura a 27 grados en verano y 19 en invierno en comercios, cines, hoteles y edificios públicos; o el apagado de escaparates a las diez de la noche o el cierre automático de puertas.
Medidas conjuntas a nivel comunitario
A nivel comunitario, los gobiernos de la Unión Europea han acordado medidas conjuntas para reducir el consumo y la dependencia energética de Rusia, que pasan por disminuir el consumo de electricidad, establecer un tope a los ingresos de las renovables, la nuclear y el carbón y fijar un impuesto a las petroleras.
La reducción del consumo de electricidad se ha fijado en el 10 % respecto a la demanda habitual, con un porcentaje obligatorio del 5 % en las horas pico, mientras que el impuesto a las petroleras y gasistas gravará el 33 % de los beneficios extraordinarios, que son aquellos que superan el 20 % de la media registrada en los últimos cuatro ejercicios.
En cuanto al tope a las tecnologías inframarginales, se establece en 180 euros el megavatio hora (MWh), aunque se permitirá a los Estados miembros adaptar este valor -en España está en 67 euros).