Los Ayuntamientos del valle de Aezkoa, Erro, Auritz-Burguete y Orreaga-Roncesvalles han puesto en marcha recientemente un programa para concienciar, sensibilizar y prevenir las adicciones con o sin sustancia en la población de los valles del Pirineo.
La iniciativa ha surgido a propuesta de la agrupación política Haize Morea del Ayuntamiento del valle de Erro, quienes, tras detectar una problemática en la zona en relación a las adicciones, se pusieron en contacto con la Asociación Navarra para la Investigación, Prevención y Tratamiento de Adicciones Antox, que cuenta con una Comunidad Terapéutica en el mismo valle, en la localidad de Larraingoa. Concretamente, desde Haizea Morea alertaron de una preocupación sobre la existencia de una normalización del consumo de sustancias por parte de gente joven (como el consumo de anfetaminas en espacios públicos durante el día) y una invisibilización en cuanto al consumo de alcohol en personas mayores. “Desde que entramos en el Ayuntamiento, nuestro cometido en el área de salud, juventud y a nivel social era promover un trabajo desde y para la Comunidad que fuera participativo. (…) Vemos que entre la población joven se consumen sustancias pero también hay una preocupación general por las adicciones a los móviles y nuevas tecnologías. Y en el caso de las personas mayores, hemos percibido un aumento del consumo de fármacos legales. Por eso vimos que se podría hacer algo a nivel de valle, que luego acabamos extendiendo a otras zonas”, asegura Juana Celay, de la agrupación local de mujeres de Haize Morea.
GRUPO MOTOR
De ahí, surgió la idea de presentar un proyecto a la convocatoria de Innova Local, financiada por la Fundación Caja Navarra y Fundación La Caixa, a través del cual obtuvieron el apoyo necesario para desarrollar la idea. Tal y como establecen en las bases, se trata de un proyecto que “pretende reforzar los factores de protección y disminuir los factores de riesgo ante conductas adictivas en la población, fomentando la sensibilidad y la participación social e institucional en el abordaje integral de las adicciones. Concretamente, busca contribuir a la elaboración participativa y puesta en marcha de un Plan Local de Adicciones con los conocimientos y aportaciones de las diferentes organizaciones y agentes comunitarios”.
De momento, el plan, que se extenderá hasta el 31 de diciembre de este año, se encuentra en una primera fase inicial, en donde se han marcado como objetivo constituir y consolidar un grupo motor, identificando e invitando a participar a aquellos agentes comunitarios clave de la zona para compartir sus conocimientos en la elaboración del Plan Local de Adicciones y promover su implementación. “El recurso más importante de todas las comunidades son las personas que residen en el territorio y sus capacidades. Desde un enfoque comunitario se aprovechan dichas capacidades para afrontar las necesidades y demandas sociales: empoderar y promover la corresponsabilidad de los diferentes actores sociales, organizaciones e instituciones en la respuesta a las problemáticas relacionadas con las adicciones en un territorio concreto”, añaden.
Tras definir la estructura y organización del grupo motor, Blanca Martínez, psicóloga y profesional de la Asociación Antox, será quien lidere el grupo motor y se trabajará a través de reuniones participativas con la finalidad de analizar la realidad social de los valles y trabajar en la consecución de un Plan Local de Adicciones. “Se prevé la ejecución de diferentes tipos de actuaciones, entre ellas la impartición de formaciones, realización de campañas de sensibilización, ofrecimiento de orientación e información individual o la realización de foros, entre otras”, exponen.