Más del 59% de la población española está suscrito a plataformas de streaming. Este dato no sorprendente tanto como el de los 126 servicios de video bajo demanda que operan en el Estado. Referencias, eso sí, indicadoras de la rápida y radical transformación del sector audiovisual en poco más de una década.
Una de esas plataformas, Filmin, se ha preguntado, con motivo de su decimoquinto cumpleaños, si las plataformas han cambiado la forma de crear y de ver. Ha reunido a realizadores, guionistas y plataformas que, si bien marcan algunas diferencias en cuanto a la importancia como canales transmisores de los contenidos y el eje del negocio de estas últimas, coinciden en que el futuro del streaming tiene como clave, sobre todo, un buen tratamiento de la propiedad intelectual.
RIESGO DE CONTROL
Entre los creativos, las opiniones también están divididas. La guionista, directora y exministra de cultura Ángeles González Sinde advierte de que “la propiedad intelectual está cambiando de manos” y añade que “si vendes tus patentes industriales, de momento haces negocio pero a la larga pierdes autonomía”. Fernando Bovaira, productor de títulos como Mar Adentro, cree que es peligroso que pueda reproducirse entre nosotros lo ocurrido en Hollywood cuando las grandes plataformas impusieron un sistema que controla todo el proceso creativo, lo que hace que “productores, guionistas y directores se tengan que someter a los algoritmos y a su autoridad”.
Otro cineasta, Jaime Rosales (premio Goya por La soledad), apunta y dispara sin contemplación contra Netflix acusando a la plataforma de “querer canibalizar a la competencia. Lo hacen de forma simpática porque son inteligentes. Pero son un lobo con la piel de cordero”.
A unos y otros responde Diego Ávalos, vicepresidente de Contenido original de Netflix en España, señalando que el poder del algoritmo es en realidad “el poder del consumidor que decide lo que quiere o no quiere ver” sea cual sea su procedencia, algo que antes no existía.
COEXISTIR
Hay también, sin embargo, quien ve en las plataformas una oportunidad. El bilbaíno Álex de la Iglesia (30 Monedas) defiende las plataformas como “una ventaja indudable que da a los profesionales la oportunidad de hacer un producto que no habían soñado hasta ahora. Tú puedes hacer una serie y que se vea en 150 países”.
Leticia Dolera (Vida perfecta), considera por su parte que tanto cine como series pueden y deben “coexistir porque se retroalimentan.
Quizá la fórmula del éxito pueda venir en el futuro por la combinación y el buen equilibrio entre cultura y negocio.