San Antolín ya está en Plentzia. La villa, que exprime el verano como ella bien sabe, celebra desde hoy y hasta el domingo sus fiestas patronales tras haber saboreado El Carmen en julio, además de otros eventos durante estos meses: los conciertos, el concurso de play-back y de marmitako y el día del cóctel aguardan ya para hacer disfrutar a vecinos y visitantes.
La mecha festiva se prenderá esta tarde a las 17.45 horas con el recibimiento a Antolintxu y Madalentxu y el txupinazo de las 18.00 horas. Luego, llegará la subida a Andra Mari y el aurresku para contar después con la exhibición de danzas del grupo Itxas Eder en el Astillero. Por supuesto, no faltará el toro de fuego a las 22.00 horas y más tarde, la verbena blanca (23.00 horas). Además, Amak y la romería de Oinutsik pondrán el ritmo musical a la primera noche de fiestas. Las sucesivas sonarán a Rivertech Festival, con Asier Varona y Aitor Sarria (mañana), Mr. Klams, STR y Modus Operandi (el jueves), Ttek Elektrotxaranga, Go!azen Diskofesta, Lowe Banda y DJ Iñigo Pérez (el viernes), y a Random Key, Zelanda y Patxi Pérez (el sábado).
La marcha irá in crescendo. Mañana tendrá lugar el concurso de play-back para mayores (22.00 horas), una actividad que siempre deja grandes momentos, como lo hará el jueves el certamen de disfraces (19.00 horas). Ese mismo día también se instalará la feria agrícola comarcal desde las 9.00 horas. Todo ello para ir abriendo boca hasta el día grande del viernes, cuando se celebrará la misa en honor a San Antolín (12.00 horas) y las txosnas, bares y restaurantes servirán el cóctel genuino de Plentzia. Y el sábado será también una jornada muy intensa y apetecible con el concurso de marmitako, que empezará a las 10.00 horas para que la presentación de marmitas pueda darse entre las 13.30 y las 14.00 horas. El domingo, mientras tanto, tendrá protagonismo infantil con los certámenes de ensaladas, tortillas y disfraces.
Todo ello y mucho más dará de sí San Antolín. Ya lo dice la alcaldesa, Elixabete Uribarri: “Las fiestas son uno de los momentos más intensos del año como pueblo, el más esperado, el momento en el que reservamos algún día de las vacaciones para el reencuentro con familia, amigos y cuadrilla; en que vestimos la camisa de arrantzale y el pañuelo y nos lanzamos a la calle a disfrutar cada uno a su manera: juntándonos para tomar algo en cualquiera de nuestros estupendos locales de hostelería, tomando parte en cualquiera de los tradicionales concursos del programa festivo o, por qué no, zamparnos ese bocadillo reconstituyente que nos sirve para reponer fuerzas en medio del barullo y que, con cariño, nos sirven en alguno de los turnos de una de las txosnas de nuestros queridos clubes o asociaciones”.