"Hasta el rabo, todo es toro". El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, insiste en que la negociación de los Presupuestos con el Gobierno español no ha terminado y no garantiza su apoyo en la votación del jueves.
Pedro Sánchez ha reunido de sobra los votos necesarios y la aprobación del proyecto está garantizada en el Congreso haga lo que haga el PNV, que ya no es imprescindible desde el punto de vista aritmético. Pero el grupo jeltzale no da por perdida su capacidad para presionar y sigue hablando con Moncloa sobre el Tren de Alta Velocidad y otras cuestiones relacionadas, por ejemplo, con el aeropuerto de Foronda. Más allá del Congreso, el PNV tiene la mirada puesta en la tramitación posterior en el Senado y parece que el acuerdo se va a demorar hasta entonces. Se desconoce cuál era el motivo pero, en plena rueda de prensa, recibió la llamada del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que parece acreditar que la relación es muy estrecha.
El jeltzale ha avisado con claridad en una rueda de prensa este miércoles de que está dispuesto a estirar el diálogo y presionar hasta el trámite en el Senado para tener por escrito el protocolo de soterramiento del Tren de Alta Velocidad en su entrada en Bilbao, además de una encomienda de gestión para que el Gobierno vasco adelante las obras.
Aunque el bloque ERC-EH Bildu ha dado a Sánchez los votos necesarios, el PNV pone en valor que ha arañado un buen número de compromisos pese a no ser necesario. En el PNV están convencidos de que sus seis votos aportan un valor cualitativo al bloque de gobernabilidad por la imagen de sensatez que proyecta en ámbitos económicos y Europa. Y, en el Senado, hay margen para incorporar otras enmiendas.
¿CUÁL ES EL MARGEN EN EL SENADO?
Esteban ha puesto como ejemplo que los propios ministerios introducen a veces en el Senado nuevas incorporaciones relegadas tras algunos olvidos. Hay otra hipótesis que maneja el PNV: los jeltzales tienen el voto del desempate en la Mesa del Senado, donde el Gobierno español no tiene mayoría absoluta. Los jeltzales, de momento, están votando a favor de las distintas secciones de los Presupuestos, que ahora están culminando su trámite en el pleno del Congreso.
No han concretado su voto para la votación final del jueves, aunque no cabe esperar un divorcio con Sánchez ahora que la negociación continúa y el PNV tiene la mirada puesta, más bien, en el Senado. Esta es una hipótesis que molesta en algunos círculos políticos porque obligaría a volver al Congreso para ratificar esos cambios y alargaría el trámite hasta las navidades.
LOS PRESUPUESTOS SIGUEN SU TRÁMITE
Sánchez está superando las votaciones con votos que desbordan la mayoría absoluta situada en 176 escaños, traspasando los 180. Tiene el respaldo de partidos como el PSOE, Unidas Podemos, PNV, EH Bildu, ERC, PDeCAT, Más País, Compromís, el Partido Regionalista de Cantabria y Nueva Canarias. Ha sumado el respaldo de Teruel Existe.
Esteban respondió a varias preguntas sobre la hipotética pérdida de influencia del PNV y el ascenso de EH Bildu, que ha ganado protagonismo con sus acuerdos de la mano de ERC y puede ser un nuevo eje para la gobernabilidad de Sánchez. El jeltzale fue irónico: "Para no ser necesarios, somos bastante buenos", dijo, en relación a las más de cuarenta enmiendas parciales que ha arrancado ya el PNV (entre ellas, la ampliación de las ayudas para el cuidado de menores con cáncer desde los 18 a los 23 años, el aumento de frecuencias para el tren Bilbao-Karrantza o acuerdos políticos como la gestión íntegra del Ingreso Mínimo Vital desde Euskadi).
Además, negó que esté "molesto" con Sánchez por el protagonismo de EH Bildu, su rival más directo en las urnas, y reconoció la "legitimidad" de todos para negociar, aunque la izquierda abertzale haya llegado, a su juicio, cuatro décadas tarde.
¿VETO DE EH BILDU EN EL AMIANTO?
Esteban sí insinuó, a preguntas de los periodistas, que EH Bildu ha vetado al PNV en el acuerdo para activar el fondo de compensación para las víctimas del amianto. Se mostró sorprendido por que ni siquiera llamaran al PNV cuando también había presentado una enmienda y partía de una ley aprobada por el Parlamento Vasco. "Seguramente alguien nos vetó, porque ni nos avisaron. Y quién nos vetó, pues se pueden imaginar", dejó caer.