Política

PNV y Bildu dan un toque a los socios para que la legislatura de Sánchez no descarrile

El respaldo de las bases de Podemos a exigir la ruptura con Israel para los Presupuestos preocupa a los aliados vascos
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, con la representante de EH Bildu Mertxe Aizpurua, en una imagen de archivo / Efe

En esa situación permanente de altibajos y estabilidad inestable, con su mala salud de hierro, el Gobierno español de Pedro Sánchez atraviesa por su enésimo momento delicado pero con la sensación generalizada de que a nadie le conviene convocar unas elecciones generales. El último sobresalto ha llegado con las exigencias que ha planteado Podemos a cambio de apoyar los Presupuestos del Estado para el año que viene, no solo porque sean difíciles de cumplir, sino porque el propio partido las ha sometido a consulta entre sus bases, el 89,8% las ha respaldado, y ahora se le complica dar marcha atrás y retirar el órdago. El proyecto presupuestario todavía no se ha presentado en Consejo de Ministros, pero se negocia desde hace semanas, y el Ejecutivo trata de amarrar en paralelo el respaldo de Junts al paso previo, la senda de déficit.

Los cuatro votos de Podemos son necesarios, pero también los del resto de socios. Y es ahí donde emergen PNV y EH Bildu. Han sido los dos aliados más estables para el Gobierno de Sánchez y piden al resto de socios aparcar los intereses cortoplacistas para conseguir que encajen las aspiraciones de unos y otros, y para evitar que la legislatura descarrile, que se frustren las expectativas de ampliar el autogobierno y se produzcan unas elecciones donde no cuadren los números y se instaure un gobierno del PP con la ultraderecha de Vox.

La semana pasada, era el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, quien daba la voz de alarma sobre el devenir de los acontecimientos y pedía “realismo” a los socios y buscar un “mínimo común denominador”. Pero lo decía también por Sumar, el socio del PSOE dentro del Consejo de Ministros, porque Yolanda Díaz estaba presionando con los contenidos y el alcance que tendrían que tener los gravámenes a la banca y las energéticas, que parece que se van a convertir en permanentes. El PNV quiere que, si se extienden en el tiempo, se conviertan en impuestos para poder concertarlos con las instituciones vascas con capacidad normativa para graduar su contenido y no poner en peligro las inversiones ni los empleos. El Gobierno español parece que ha tomado nota de estas aportaciones y sigue negociando, aunque el plazo de enmiendas para la ley que gravará a las multinacionales acaba este miércoles a las 18.00 horas.

En el caso de Podemos, el PNV no ve difícil únicamente la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel que pide a cambio de apoyar los Presupuestos, sino que en el grupo jeltzale en el Congreso tampoco tiene claro que se pueda reducir por ley un 40% el precio del alquiler. 

Aquí puede haber al menos dos diferencias de contenido con EH Bildu: la coalición abertzale sí comparte la tasa a la banca y las energéticas (el PNV ha dicho alguna vez en público que este es uno de los grupos que espolean a Sumar) y, en cuanto a las condiciones de Podemos, este martes se centró en la ruptura con Israel, y es ese punto el que le parece una exigencia desproporcionada. En lo que coinciden PNV y Bildu, al menos en el discurso, es en que piden aparcar los intereses partidistas, en consonancia con el pragmatismo que viene practicando la izquierda abertzale desde que votó a favor de los primeros presupuestos españoles en toda su historia, en las Cuentas de 2021. Es una actitud que el PNV envidia en la comunidad autónoma vasca, donde cree que EH Bildu no ha practicado hasta el momento el mismo posibilismo y le gustaría escuchar esa misma apuesta por el pragmatismo económico.

Otegi cree que el cálculo partidista sería un error

Fue el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, quien fijó posición este martes en Radio Popular. Cuando se le preguntó si el Gobierno español se puede debilitar por las exigencias de Podemos en las Cuentas o por las denuncias de abusos sexuales contra Íñigo Errejón, Otegi se centró en el debate presupuestario. Admitió que Podemos exige “romper relaciones con un Estado por unos Presupuestos” y es “una condición que no es acorde, que no es proporcional”. Aunque matizó que él querría hacer una reflexión más general, dejó claro que, si se juega “al cálculo partidista, ese cálculo es erróneo”. Según dijo, su grupo prima “el nosotros” frente a los intereses particulares de partido. “Los más previsibles en el Congreso somos EH Bildu y también el PNV en cierta medida, y el Partido Socialista”, añadió. Otegi admite que la única razón de ser de este gobierno no puede ser parar a la extrema derecha porque hay que acordar medidas de fondo, pero él cree que se trata de ponerse a ello y no estar al albur “de una inestabilidad” que no beneficia a nadie.

Preguntado por un hipotético adelanto electoral, fue tajante: “Ni lo creemos, ni lo queremos. Nos iría bien, porque en lugar de tener 6 escaños podríamos tener 7. Pero, si no da la cuenta y si gana la extrema derecha, ¿qué hago yo con uno más? Nada”. Por ello, concluyó que “ni al PNV ni a nosotros nos interesa que este Gobierno caiga ahora”. Eso “no quiere decir que no seamos exigentes”, pero quiere que el Gobierno siga porque hay opciones de avanzar en un nuevo estatus de autogobierno.

Estupor con Errejón

En rueda de prensa, la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, tuvo que afrontar varias preguntas sobre el otro gran tema de actualidad que puede comprometer la estabilidad de la legislatura: no ya las denuncias contra Errejón, sino la forma en que Sumar gestionó la crisis y la posibilidad de que conociera los hechos y actuase tarde. Por extensión, ámbitos de la derecha española aprovechan para sostener que la mayoría de Sánchez queda tocada. Este es un asunto muy delicado en el que confluyen, por un lado, el shock de los diputados vascos que tenían relación con él y no sabían nada de esta presunta doble vida de Errejón y, por otro lado, la necesidad de apoyar a sus víctimas sin que se interprete como una contradicción su apuesta por la estabilidad de la legislatura.

Aizpurua se centró en “trasladar toda nuestra solidaridad a todas las mujeres que han alzado la voz”, y admitió que se quedó “estupefacta” y que las formaciones de izquierda deben ser “mucho más exigentes a la hora de actuar en estas cuestiones”. No sabe cómo afectará a la legislatura, pero sí que ya ha afectado anímicamente a la izquierda.

Tanto PNV como Bildu no ocultan el fuerte impacto que les ha causado la investigación a Errejón, hasta hace poco portavoz de Sumar. Tras haber mantenido relación con él en el día a día, en el grupo del PNV se admite lo difícil que es la situación. Otegi dijo que Bildu conocía incluso a algunas de sus parejas y se mostró afectado por lo ocurrido. Pidió intensificar las alarmas y dio la razón al movimiento feminista cuando alerta de que no hay que buscar monstruos, sino que el abuso puede venir de personas muy cercanas.

30/10/2024