"Agua y sed, serio problema cuando uno tiene sed pero el agua no está cerca". Pau Dones la clavó. Conservacionista confeso, acertó literalmente con estas palabras tan gráficas recogidas en aquel single de éxito de los Jarabe de palo. Aunque el mensaje no iba por los derroteros medioambientales. Él usaba la metáfora del agua para hablar de una vertiente del amor, cuando la distancia entre los enamorados se hace insufrible.
Preocupación mundial
Efectivamente no pretendía concienciarnos sobre la necesidad de preservar el agua, un recurso llamado a convertirse en un futuro (esperemos que muy lejano) en la nueva moneda de cambio del orden mundial. Hablar de la preocupación por el agua desde uno de los oasis de la península puede sorprender, pero soy de los que consideran que la conciencia sobre su mejor uso y el sostenimiento de los acuíferos será la clave para el mantenimiento de los actuales estándares que disfrutamos por estos lares. Eso si pensamos desde la perspectiva ventajista de occidente, porque por aquí vamos bien servidos.
¿Una guerra por el agua?
De hecho en el Estado (con años de sequías recurrentes en otras localizaciones) sólo se han encendido las luces de alarma cuando se ha activado la angustia ante una posible afección a las campañas agrícolas y turísticas en Cataluña. Allí las cosechas están resintiéndose, la temporada de esquí será ruinosa y podemos imaginar el escenario apocalíptico en un verano con restricciones para el consumo humano y piscinas vacias. Y todo esto sin contar con el annus horribilis del Barca.
El futuro
Al hablar del futuro en la gestión del agua no solo tendremos en cuenta si llueve más o menos, o si la temporada de nieve asegurará un buen suministro en verano, asumamos que entran en juego otras variables: el consumo, el abastecimiento, el saneamiento, su depuración o la garantía de un servicio a la altura del coste que tiene traerla a nuestras casas. Y no nos olvidemos de la solidaridad, no vaya ser que la próxima guerra mundial nos llegue precisamente "pasada por agua" en disputa por los cada vez más limitados recursos hídricos del planeta.