Elkarrekin Podemos-IU ha aprovechado este jueves el cumpleaños del rey emérito para registrar en el Parlamento Vasco una proposición no de ley, con la que pretende reclamar al Estado un referéndum para elegir entre la monarquía y la instauración de una república. Pone en evidencia el origen franquista de la proclamación de Juan Carlos I como rey, y pide que los ciudadanos puedan pronunciarse en una votación específica sobre la monarquía que nunca llegó a darse tras el fin de la dictadura, puesto que la Constitución española se votó en bloque. Este grupo pide una reforma constitucional que desemboque en un referéndum sobre la monarquía.
Esta propuesta la lanza desde el Parlamento Vasco y no sería vinculante aunque reuniera los votos necesarios para ser aprobada. Tampoco prosperaría una reforma constitucional con las actuales mayorías en el Congreso de los Diputados, donde PSOE y PP siguen blindando la forma actual de la jefatura del Estado en la persona de su heredero Felipe VI. De hecho, Unidas Podemos tampoco ha podido convencer a sus socios del PSOE en el Consejo de Ministros para que acepten otras demandas más pragmáticas como limitar la inviolabilidad del rey o activar una Ley de la Corona, y lo que ha hecho Podemos ha sido impulsar consultas no oficiales en 300 municipios sobre la monarquía, con carácter reivindicativo y festivo y nulas consecuencias políticas.
La reforma constitucional exigiría el apoyo de dos tercios del Congreso y del Senado, convocar elecciones (podría existir una ventana de oportunidad porque las elecciones generales están a la vuelta de la esquina), volver a ratificarlo por dos tercios y convocar un referéndum.
Con la ley franquista
Elkarrekin Podemos-IU plantea esta discusión aprovechando el cumpleaños de Juan Carlos de Borbón, que sigue mostrándose indolente ante estos debates desde su estancia dorada en Abu Dabi, donde ha puesto tierra de por medio con la crisis reputacional que han causado sus negocios privados a la institución monárquica. Esta propuesta del grupo de Miren Gorrotxategi llega, además, en puertas de las elecciones municipales y forales de mayo. Pide al Parlamento que inste al Congreso a iniciar un proceso de reforma constitucional para “un referéndum sobre la continuación de la monarquía en España o el establecimiento de una república”.
Denuncia que, el 23 de julio de 1969, “el dictador Francisco Franco nombró a Juan Carlos de Borbón su sucesor como jefe del Estado”, un nombramiento que se realizó “según la legalidad franquista”, con el artículo primero de la Ley 62/1969. La coalición argumenta que Juan Carlos I prometió en su jura del cargo “guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional”.
La Constitución se votó en 1978 e incluía en su articulado la monarquía como forma de Estado, pero es un punto que no se votó por separado. Es decir, se dio a escoger a la ciudadanía entre dictatura o monarquía, lo que abocaba a que ganara la segunda opción aunque nunca se llegó a testar el apoyo real que tenía entre la ciudadanía esa forma para la jefatura de Estado. “El propio Adolfo Suárez, en una entrevista de 1995, cuenta cómo el resto de los presidentes europeos de entonces le presionaban para hacer un referéndum sobre la monarquía, con objeto de legitimarla a través de los votos; pero el expresidente reconoce que las encuestas preveían un rechazo a la forma de gobierno monárquica”, dice este grupo.
El PNV espera hasta que pase por Mesa
El Parlamento ha abordado debates sobre la monarquía, pero más genéricos. Sucedió en 2020 con una iniciativa que pidió el fin de la monarquía con los votos de Elkarrekin Podemos-IU y EH Bildu, y con el desmarque de un PNV que vio con mucha distancia este debate con el argumento de que Euskadi no tiene rey. Esto no ha sido óbice para que el propio PNV sí actúe en el Congreso de los Diputados, por ejemplo, activando una reforma de la inviolabilidad que fue tumbada por PSOE y PP. También ha registrado enmiendas a la Constitución para incluir ese punto y el derecho a decidir.
El lehendakari Urkullu ha apostado por republicanizar la monarquía para que sea transparente y rinda cuentas. Ha propuesto una ratificación por periodos generacionales (sin precisar si sería una votación parlamentaria o un referéndum ciudadano), para que el paso de padres a hijos no sea un mero automatismo por derecho de sangre ni se alimente la sensación de impunidad. Fuentes del PNV en el Parlamento consultadas por este periódico aseguran que, al no haber pasado aún la iniciativa por la Mesa de la Cámara, no han tomado una decisión. De momento, calma.