No ha arrancado aún la actividad parlamentaria de la presente legislatura cuando la relación entre Sumar y Podemos es ya absolutamente irreconducible. Después de que Pablo Iglesias aventurara que la formación morada iba a actuar por su cuenta desde el minuto cero del tercer mandato de Pedro Sánchez, el intento de Yolanda Díaz de hacerles callar a cambio de poder hacer ministro a un miembro de su partido, Nacho Álvarez, ha provocado el definitivo golpe sobre la mesa de Ione Belarra, que ha tumbado esta maniobra y vuelve a exigir el departamento de Igualdad, pilotado por Irene Montero, para sus filas. “Los ministros de Podemos los elige Podemos”, ha proclamado la secretaria general tras conocer esta propuesta, insistiendo en que “lo mejor que podríamos aportar al Gobierno de coalición es profundizar en las transformaciones feministas, al frente del Ministerio de Igualdad”. La líder de Podemos ha acusado a Díaz de haber “filtrado la noticia” de la oferta de que Álvarez sea ministro “a la vez” que se la comunicaban a ellos. “Parece más una estrategia mediática para justificar que nos echan del Gobierno que una propuesta para gobernar en coalición”, ha censurado.
Horas después, Álvarez ha anunciado la renuncia a ser ministro y su dimisión de todos sus cargos en Podemos. “Es evidente que la actual dirección ha perdido la confianza que depositó en mí cuando me nombró miembro de la Ejecutiva”, ha justificado en una carta a la militancia donde señala que “en mi cultura política no es concebible aceptar un cargo al margen de la organización de la que uno forma parte”. Álvarez era secretario de Estado de Derechos Sociales y, por tanto, ha ejercido como número dos de la máxima dirigente morada en su departamento ministerial. Pero, al mismo tiempo, formaba parte también del Consejo de Coordinación de Podemos, la dirección ejecutiva del partido, como secretario de Economía y Nuevo Proyecto de País, y en los últimos meses ha resultado evidente su estrecha colaboración con Díaz y su distanciamiento del resto de la cúpula.
En la misiva donde Díaz ofrecía a Belarra una cartera para Álvarez, sin concretar cuál, le pedía que Podemos se comprometa a cejar en sus “ataques” e “insultos” contra ella, así como a presentarse en las listas de Sumar en las elecciones europeas del próximo 9 de junio. “Respetando la libertad de criterio y de opinión, Podemos se compromete a cesar los ataques públicos e insultos a los miembros de Sumar, incluida Yolanda Díaz, estableciendo una relación cordial y de cooperación con todo el espacio”, reza el texto de la carta, donde se cuentan hasta ocho compromisos vinculantes, entre ellas avalar las iniciativas en el Congreso. Sumar justificaba la cartera a Álvarez porque “ha demostrado capacidad de gestión y buen entendimiento entre las partes”. No obstante, Podemos ya advirtió hace semanas de que, a su entender, el actual secretario de Estado, actuba como representante de Sumar y no de las filas moradas. Belarra respondió a Díaz desde París, donde selló una alianza preelectoral junto a La Francia Insumisa, el portugués Bloco de Esquerda, la danesa Alianza Rojiverde, la finlandesa Alianza de Izquierda y el Partido de Izquierda sueco. Estos partidos han acordado hacer campañas conjuntas que apuesten por el feminismo, la justicia socioeconómica, los derechos de las minorías y la soberanía energética, alimentaria y tecnológica de Europa, entre otros aspectos.
Un gabinete más reducido y político
Entre tanto, Sánchez y Díaz perfilan un gabinete que se dará a conocer en las próximas horas. Todo apunta a un Consejo de Ministros más reducido y de cariz político, dándose por seguro que se mantendrán en el núcleo duro Félix Bolaños y María Jesús Montero. La ministra de Economía Nadia Calviño está a la espera de si prospera su candidatura para presidir el Banco Europeo de Inversiones; Díaz seguirá siendo vicepresidenta y en el área de Trabajo; mientras que la vicepresidenta Teresa Ribera lo haría al frente de las políticas relacionadas con la energía y el medio ambiente. Las cábalas sostienen a José Manuel Albares en Asuntos Exteriores y consideran que Pilar Alegría permanecerá pero sin descartarse que sea el relevo de Irene Montero. Se baraja que Miquel Iceta saldría de Cultura, en dirección a Política Territorial, para ser sustituido por el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun. Las dudas residen en figuras como el discutido Fernando Grande-Marlaska. La diputada Montse Mínguez, que es la secretaria de Trabajo de la Ejecutiva Federal del PSOE y afín a Salvador Illa, podría ser una de las novedades. En cuanto a Sumar, habrá un ministerio para Sira Rego, de IU, y todas las miradas señalan a Mónica García como titular de Sanidad.