A cuatro días de concluir el plazo para registrar las coaliciones electorales que concurrirán el próximo 23 de julio, Podemos ha avisado a otras fuerzas políticas que podrían incorporarse a la coalición y a Sumar de que "exigencias, vetos y exclusiones torpedean la unidad".
En esta idea ha insistido la portavoz del partido morado Isa Serra en una rueda de prensa al referirse a las condiciones de Compromís o la Chunta de liderar las candidaturas en sus territorios, eludiendo aclarar, por otro lado, si la ministra de Igualdad, Irene Montero, es uno de los nombres a los que se están poniendo pegas en las listas.
Los morados ven además muy retrasadas las negociaciones y redoblan la presión a la líder de Sumar, Yolanda Díaz, para firmar un acuerdo: "Cada minuto que pasa es tiempo perdido" para recuperar al electorado que se quedó en casa en las autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, ha subrayado Serra sin perder de vista que el plazo expira a las doce de la noche del próximo viernes.
No ha querido poner el foco en que Podemos debe tener un papel protagonista en Sumar, como habían hecho hasta ahora, pero sí ha señalado Serra que su partido "tiene un papel determinante" en todos los avances que ha llevado a cabo el país durante esta legislatura y lo tendrá en el futuro Gobierno de coalición progresista que se conforme si dan los números.
Podemos, que mantiene total discreción sobre las negociaciones, pone el foco en el retraso que llevan para llegar a un acuerdo, máxime cuando los morados, por sus estatutos, están obligados a refrendar con su militancia el pacto de coalición que se alcance, tal como ha recordado otro de los portavoces, Pablo Fernández.
Dimisión en cascada en el partido
Reconocen los malos resultados que ha tenido Podemos en las últimas elecciones municipales y autonómicas -también otras fuerzas de la izquierda progresista- y que han llevado a la dimisión en cascada en varias direcciones territoriales del partido y a duras críticas de algunos de sus dirigentes.
Por ejemplo, el vicepresidente en funciones de Baleares, Juan Pedro Yllanes, que ha considerado un lastre que todavía sigan en la cúpula morada Ione Belarra, Irene Montero o Pablo Echenique.
Otros, como el coordinador autonómico de Podemos en Madrid, Jesús Santos, que es teniente de alcalde de Alcorcón y portavoz de la formación municipalista Ganar Alcorcón, ha hecho este lunes un llamamiento para concurrir juntos con Yolanda Díaz.
En este contexto Podemos insiste en que "todos los territorios, toda la organización" está volcada en llegar a un acuerdo cuanto antes. "Hemos perdido una batalla pero no la guerra", ha afirmado Fernández.
En este sentido, el exsecretario general de la formación, Pablo Iglesias, ha admitido que Podemos ya no es el partido hegemónico del espacio y, aún reconociendo que sumar con Díaz es clave, como ponen de relieve las encuestas, ha pedido generosidad a la izquierda progresista y ha mandado un recado: "Liderar muchas veces tiene que ver más con ser generoso que con intentar humillar o hacer que alguien pase por debajo del futbolín".
Igual que han obviado las críticas internas, los portavoces de Podemos no han querido tampoco ir más allá sobre la decisión del coordinador federal de IU, Alberto Garzón, y de la líder de los comunes, Ada Colau, de no ir en las listas de Sumar al limitarse a transmitirles su agradecimiento y destacar sus aportaciones a los avances progresistas que se han producido en esta etapa, ha señalado Pablo Fernández.
Mientras tanto, Yolanda Díaz va haciendo movimientos para ir conformando su equipo electoral, como el fichaje del exdirigente de Podemos Pablo Bustinduy (abandonó la formación en 2019) para incorporarlo a su equipo de campaña, un fichaje que han valorado al destacar "el enorme reconocimiento a su experiencia".