Con nueve etapas del Tour ya disputadas llega la prueba de fuego para los favoritos de la clasificación general después de disfrutar de su segundo día de descanso. Tadej Pogacar lidera la carrera con un acumulado de dos victorias y 39 segundos de ventaja respecto a Jonas Vingegaard, segundo clasificado. El doble ganador de la carrera es el gran candidato a salir airoso de los Alpes y adjudicarse un nuevo Tour de Francia con tan solo 23 años.
El cuerpo a cuerpo con Pogacar parece no ser una opción para los rivales, que le ven imbatible, a juzgar por sus impresiones. El esloveno del UAE se ha mostrado fuerte en todo tipo de etapas hasta ahora, y solo Vingegaard ha estado en disposición de pelear mano a mano. Sin embargo, existe la sensación de que se le puede vencer en conjunto.
Jumbo e Ineos cuentan con dos potentes equipos y corredores bien ubicados en la general que pueden hacer frente a Pogacar. “Hay que pillarle desprevenido y sin equipo, tanto Jumbo como Ineos deben atacar de lejos”, dice Enric Mas sobre la estrategia a seguir para derrocar al líder. Nairo Quintana coincide: “Se le puede poner en dificultad”, pero para ello deben de “desestabilizar la carrera” los equipos fuertes. Las opciones de ambos ciclistas, así como las de otros que no cuentan con equipos tan poderosos, pasan por “unirse a la fiesta” cuando estos ataquen, comenta Mas.
En esta línea se expresa Vingegaard: “Pogacar parece muy, muy fuerte, pero tenemos un plan, no lo desvelaré. Sé que puedo hacer una buena contrarreloj, como él, pero no voy a confiar solo en ella. Vamos a intentar cosas en las próximas dos semanas. Si hay una etapa para ganar, probablemente elegiré la del Alpe d’Huez”.
La carrera pondrá esta semana las condiciones necesarias para que estos ataques sucedan, con dos durísimas etapas alpinas, el miércoles y el jueves. El Col du Granon, que finaliza a 2.413 metros de altitud, y el histórico Alpe d’Huez, con sus características 21 curvas de herradura, ambos denominados como Hors Catégorie (HC), serán las ascensiones que culminen estos dos días de alta montaña. Por el camino dejarán otros memorables puertos como el Galibier, que se corona a 2.642 metros y que se tendrá que subir en ambas etapas. Estos dos exigentes días concentrarán un total de siete ascensiones: cinco de HC, una de primera categoría y otra de segunda. Mañana, para abrir boca, espera una etapa de media montaña con llegada al Megéve, puerto de segunda cota.
El covid da un respiro
Desde que arrancó el Tour el 1 de julio, once corredores han tenido que abandonar por positivos en covid, de lo que nadie está a salvo. El propio Pogacar confiesa el miedo existente: “Si doy positivo en un solo test, me iré para casa, y da igual si estoy vestido de amarillo o no”. No en vano, la enfermedad le pasó cerca con el abandono de su compañero de equipo, Vegard Stake Laengen. Para alivio general, los test realizados hoy no arrojaron ningún positivo. Así, toca centrar la atención en Pogacar, en mente de todos, pese a que sostiene: “No soy un caníbal”.