Dos iniciales, T y P, y un diseño moderno son la nueva imagen de marca de Tadej Pogacar. La máxima luminaria del ciclismo se ha convertido en un icono, en su propia empresa, siguiendo el paso de muchos deportistas de pegada planetaria. Las iniciales como distintivo. Nada identifica más que el nombre y el apellido. El ciclista mejor pagado del mundo, se estima que cobra 7 millones de euros al año y con contrato en vigor con el UAE hasta 2027, es ahora algo más que el monarca de la especialidad. El esloveno, de 23 años, ha ampliado su radio de acción. No solo mira a la carretera ni al palmarés. No se frena en los récords que derriba con pasmosa facilidad desde que irrumpiera en el ciclismo. Va más allá. Sigue creciendo en otras direcciones.
Con la puesta en marcha de su web y su marca, el campeón, dos veces ganador del Tour, pone a la venta camisetas de mujer y hombre con sus iniciales o su apodo, el cariñoso, Pogi, a través de internet. Los diseños, sencillos, que también tienen como motivo el ciclismo, tienen un precio entre los 25 y los 30 euros. Pogacar amplía su nombre. El propio corredor posa como modelo con las camisetas. Además, coincidiendo con la llegada del Tour a La Planche des Belles Filles, la zona cero, el lugar en el que se anunció al mundo con estruendo en 2020 cuando retorció los preceptos de la lógica y el sentido común para arrebatarle el Tour a Roglic en una contrarreloj sideral,
Pogacar presentó su web y La Fundación Tadej Pogacar par la investigación contra el cáncer. Pogacar emula a Lance Armstrong, aunque el norteamericano, unido a Nike en lo textil, impulsó Livestrong con la comercialización de unas pulseras amarillas de silicona que invadieron las muñecas de muchos aficionados y recaudaron millones de euros para la investigación contra el cáncer. Armstrong padeció un cáncer testicular. A partir de aquel episodio decidió combatir la enfermedad con su fundación.
Ayuda contra el cáncer
Pogacar también quiere ayudar en luchar contra el cáncer y ha creado la fundación que lleva su nombre para tal cometido. “Ponemos en marcha una fundación para la investigación del cáncer”, dijo el esloveno, que vistió un calzado especial para anunciar el estreno. Pogacar mostró su interés en el campo de la metabolización del cáncer después de trabajar con su preparador, el doctor Iñigo San Millán, un investigador de ese campo. La fundación para la investigación del cáncer Tadej Pogacar “será un instrumento en el campo de la investigación del metabolismo de la enfermedad, que comenzó en 1923, pero que ha sido olvidado durante 60 años y ahora está experimentando un renacimiento”, según anuncia la web pogacar.org.
La fundación priorizará los conceptos más innovadores para desarrollar e impulsar diagnósticos precoces y terapias que contribuyan a arrinconar la enfermedad. Prestará, a su vez, atención al concepto del ejercicio como medicina, un modo de mejorar la vida de los pacientes y de los supervivientes del cáncer. El ejercicio reduce el riesgo de cáncer y puede ser empleado de modo terapéutico, precisan estudios más profundos. La prescripción del ejercicio individualizado tiene una gran importancia para obtener beneficios y sirve como un componente terapéutico para pacientes y supervivientes del cáncer.