Pogacar promete guerra en cada puerto que resta

En el tercer y último día de descanso del Tour la situación de carrera es completamente opuesta respecto a hace una semana. Esta vez es Jonas Vingegaard el que viste de líder, con una ventaja de 2:22 minutos sobre Tadej Pogacar, pero las fuerzas de los equipos de ambos aspirantes se han equilibrado.

Con los dos abandonos en el Jumbo Visma, los de Primoz Roglic y Steven Kruijswijk, el equipo del líder se queda con seis corredores, la misma situación que ocurre con Pogacar y el UAE Emirates, que sufrió dos bajas durante las primeras diez etapas de la Grande Boucle. “Estamos empatados. Hay partido”, decía el esloveno. Por su parte el líder reconocía la sensibilidad de estas dos pérdidas: “No es bueno perder compañeros. Sobre todo dos ciclistas como Roglic y Kruijswijk”. Especialmente este último, que se erigía como su principal gregario para los Pirineos junto a Sepp Kuss.

La semana pasada los Alpes regalaron una preciosa batalla entre Vingegaard y Pogacar, pero en los Pirineos se vivirá el desenlace en la montaña entre ambos antes de encarar la batalla final de la contrarreloj. Pogacar amenaza con “atacar en cada puerto y darlo todo”, ya que se ve con buenas piernas y “hay muchas posibilidades para intentarlo los próximos días”. Mientras, el maillot amarillo vaticina un bonito duelo: “Será una gran pelea, pero también con los demás corredores colocados en la clasificación general”. El danés se quita peso de encima y dice estar tranquilo, ya que “no es una obligación ganar” la carrera francesa.

Como aperitivo, la etapa de mañana reunirá dos puertos de primera categoría. El último de ellos se coronará a 27 kilómetros de meta, que estará ubicada en Foix. El miércoles la carrera se endurecerá todavía más con final en alto en Peyragudes, con previa ascensión a otros dos puertos de primera cota y uno de segunda. La etapa 18 será la jornada pirenaica más dura. Con un primer paso por un hors catégorie (HC), el Col d’Aubisque, para continuar con el Spandelles, de primera, y rematar la etapa con otro de fuera de categoría, el Hautacam, con 13,6 kilómetros al 7,8%. El viernes será una jornada de transición.

La guinda a la carrera ciclista más prestigiosa del mundo será la contrarreloj de 40,7 kilómetros del sábado, el día previo a la conclusión del Tour en París. Esta crono contará con dos pequeñas cotas en el tramo final del recorrido, pero nada comparable a esa cronoescalada en La Planche des Belles Filles que dio a Pogacar su primer Tour de Francia en 2020.

ALTAS TEMPERATURAS

Este último fin de semana los corredores hicieron frente a jornadas que rozaron los 40 grados, y se espera que en los Pirineos las altas temperaturas puedan seguir siendo protagonistas. Una situación compleja para aquellas personas menos habituadas al calor, pero que corredores como Enric Mas, décimo en la general, pueden sacarle partido: “Pirineos va a ser un horno y me encanta. Creo que varios de los ciclistas que llevo por delante pueden caer por el calor”.

Mientras, el covid sigue haciendo mella. La semana pasada fueron cinco los apartados por el virus, entre ellos Simon Clarke y Magnus Cort Nielsen, ganadores de etapa en el presente Tour. Las pruebas de hoy han arrojado dos nuevos positivos cuyos nombres no han trascendido. La UCI decidirá mañana si continúan en carrera, en función de la carga vírica.